martes, 20 de octubre de 2009

Las Aflicciones del Cristiano - 1º Parte

Antes de leer:
No se deben confundir las aflicciones del cristiano con las consecuencias del pecado.
La aflicción a la que nos referimos en este mensaje es la que viene producto de sucesos que ocurren a nuestro alrededor y que nos afectan directamente.
No hablaremos en este mensaje sobre las consecuencias del pecado que, si bien causan aflicción, vienen como consecuencia de seguir nuestras propias concupiscencias.

Primera Parte: La fe basada en el conocimiento íntimo.

Juan 11:1-3
“Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana. (María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume y le enjugó los pies con sus cabellos). Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo”.


a) Descripción de los personajes.

Lázaro

Fue un discípulo y amigo de Jesús que vivía con sus hermanas Marta y María en Betania, una población ubicada a unos 3 km al oriente de Jerusalén (cf. v. 18).
Como no se nos dice que haya tenido esposa y puesto que Marta se presenta como la ama de casa (Lucas 10:38-42) es probable que fuera soltero o viudo.
Los evangelios no señalan detalles acerca de su personalidad, pero podríamos hacernos una imagen de sus cualidades a partir del hecho de que Jesús lo amaba.
Imagino a Lázaro como un hombre de familia, no dado al vicio, responsable de los suyos, protector de sus hermanas.
El hecho de que Jesús estableciera su “centro de operaciones” en la casa de Lázaro cada vez que venía a Jerusalén nos habla de la hospitalidad que seguramente le mostraba, de su fe, de su interés por las cosas de Dios y su deseo de conocer mas íntimamente al Señor.
Además, como veremos más adelante, se dice que muchos de los judíos habían ido a visitar a María y Marta en su momento de aflicción, de lo cual podemos inferir otras cualidades de Lázaro como su generosidad, amabilidad, respeto hacia los demás y, en general, todo aquello que puede producir en las personas una respuesta de ese tipo.
En resumen, perfectamente podemos imaginarnos que Lázaro era un buen hombre.

María y Marta

María y Marta eran las hermanas de Lázaro.
Como nos señala el versículo uno, María es la que unge los pies del Señor en el relato de Lucas 7:36-50 y era sin duda otra discípula y amiga de Jesús muy cercana, muy íntima, muy devota.
En Lucas 10:38-42 se relata la historia de cuando el Señor llegó a su casa, María dejó a su hermana las preocupaciones domésticas para sentarse a los pies del Maestro. Jesús elogió la acción de María cuando Marta reclamó la ayuda de esta. En cambio, reprendió a Marta por estar “afanada y turbada” con muchos quehaceres.
Sin embargo, cabe señalar que fue María la que en un comienzo recibió a Jesús en su casa según Lucas 10:38 lo cual también muestra su interés por el Maestro.

¿Eres tú una persona que ama al Señor y que vive conforme a sus mandamientos? ¿Estás enfocando tu vida para conocerlo más íntimamente? ¿Te puedes identificar con esta familia? ¿Te sientes amado por Jesús?

Si te sientes identificado con esta descripción, si le has entregado tu vida a Cristo y el Espíritu Santo está en ti dándote la seguridad de que eres de Él, entonces este mensaje es para ti, para que conozcas un poco más a este Cristo que te ha dado nueva vida y que ha perdonado todos tus pecados.

Si aún no le rindes tu vida a Cristo (hayas hecho oraciones o no, vengas a los cultos o no, leas la Biblia o no, ores o no); si en tu corazón tú sabes que todavía no eres amigo de Dios, amigo de Cristo; si aún no crees en El, entonces el mensaje de hoy es para mostrarte lo que te estás perdiendo y espero que reflexiones y cambies tu corazón endurecido por un corazón abierto para recibirle como Señor y Salvador de tu vida.

b) Descripción de la situación.

El relato nos señala que Lázaro estaba enfermo.
Si bien no se nos señala la enfermedad, podemos asumir que la enfermedad era lo suficientemente grave como para que María y Marta hubiesen mandado a llamar a Jesús.
Además, debemos tener presente que en aquel entonces no existían los adelantos médicos que tenemos hoy en día. Sin ir tan lejos, hasta hace un siglo atrás las personas todavía morían de gripe.
Para nuestra mejor comprensión de los hechos, resultaría más gráfico si imagináramos que a Lázaro se le detectó un cáncer incurable u otra enfermedad para la cual no existe medicina.
Esto era especialmente preocupante en el caso de Marta y María ya que podemos asumir que su hermano era para ellas una figura de protección, seguridad, autoridad y dirección. De alguna forma, se podría decir que Lázaro era el pilar del cual se sostenía la fortaleza de aquel hogar.

¿Cuál sería el impacto en una familia común y corriente al recibir una noticia como esta? ¿Cuál sería el impacto que una noticia así produciría en tu familia?


c) Una familia especial.

La familia de la cual estamos hablando hoy no era una familia común y corriente. Ellos no sucumbieron ante esta primera etapa de la enfermedad de Lázaro.
Había algo especial en ellos: conocían a Aquel que había convertido el agua en vino, Aquel que había alimentado a los cinco mil con cinco panes y dos peces; el que hacía que los paralíticos anduviesen, el que era capaz de hacer ver al ciego y que tenía autoridad incluso para expulsar demonios de la gente.
Ellos conocían a Jesús, el Señor, el Cristo, el Mesías, aquel que era “Dios con nosotros”. Y no tan sólo lo conocían, sino que eran sus amigos, sus íntimos. Ellos lo amaban y, lo más importante, Él los amaba a ellos profundamente. La paz que provenía de esto era mucho más grande que cualquier aflicción que pudiese resultar de la situación que estaban enfrentando. Al menos, hasta ese momento.


d) Una respuesta de fe.

En esta primera etapa, la situación que nos causa aflicción se muestra hasta un punto en el cual no nos resulta difícil tener fe ya que hemos visto a Dios actuar muchas veces en situaciones similares.
Este es un momento de confianza en medio de la prueba, donde estamos seguros de que Jesús (NUESTRO JESÚS) va a estar ahí para socorrernos, para ser nuestra sanidad, nuestra fortaleza, nuestro amparo.
Aquí es cuando incluso animamos a los que nos rodean a tener fe, que las cosas pueden ser mejores.
Para María y Marta este es el momento en que tienen claro que sanar un enfermo no es nada complicado para Jesús. Este es el momento en el cual tratan de subir la moral del resto de los criados de la casa, del resto de sus amigos, es el momento donde animan a todos diciéndoles: “Calma, Jesús vendrá y todo estará bien”.

¿En qué aflicciones presentes podrías pensar en las cuales haga falta una intervención sobrenatural de parte de Dios? ¿Estás todavía sosteniendo tu fe?

Continúe leyendo la Segunda Parte de este mensaje.

Saludos y bendiciones,
Blog Predica la Palabra

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