domingo, 17 de octubre de 2010

Un lobo se confiesa




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martes, 12 de octubre de 2010

domingo, 19 de septiembre de 2010

Ato y Ato, y Luego Me Desato... Segunda Parte

Tomado de http://quepiensadios.blogspot.com/2010/07/ato-y-ato-y-luego-me-desato-2da-parte.html


En la primera parte de este artículo comenzamos a explicar bíblicamente lo que significa “atar y desatar”. En esta exposición continuaremos en el análisis y estudio de lo que realmente quiere decir en la escritura cuando nos encontramos con “atar y desatar” o palabras sinónimas.


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viernes, 3 de septiembre de 2010

Ato y Ato, y Luego Me Desato… Primera Parte

http://quepiensadios.blogspot.com/2009/03/ato-y-ato-y-luego-me-desato.html

En las iglesias se ha vuelto algo común encontrarnos con cierto tipo de “lenguaje” que no se oye en ningún otro lugar. Una de las expresiones comunes es la de “atar” y “desatar”.

Por esa razón, nos gustaría analizar bíblicamente a qué se refirió Jesús cuando habló estas palabras a sus discípulos. Esto se ha convertido en una doctrina que se predica y practica en varias iglesias. Según lo que se enseña, ¿qué se puede atar y desatar?

En primer lugar, se dice que se puede atar demonios. También se pueden atar y desatar bendiciones, tales como sanidad, prosperidad financiera y deseos varios. Básicamente se puede conseguir todo lo que se anhela y se puede eliminar todo lo que estorba solamente con un ritual de “atar y desatar”, muy similar a la brujería o a una sesión de santería.

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jueves, 19 de agosto de 2010

La Iglesia Dirigida por el Mercado

Artículo de Gary E. Gilley dividido en 3 partes.

"...la iglesia, tal y como se observa a lo largo de su historia, me recuerda mucho a mi tiro en el golf. Constantemente va de un extremo a otro, siempre corrigiendo, quedándose corta, investigando y frustrándose. Ocasionalmente hace las cosas bien y parece que ha resuelto las cosas, pero repetir aquella proeza es algo raro y pronto se va deslizando otra vez."

Primera Parte

Segunda Parte

Tercera Parte


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lunes, 16 de agosto de 2010

El Cristiano y la Psicología

Por Gary E. Gilley
Traducción: Armando Valdez

Por cualquier estándar la psicología ha tenido un gran impacto sobre la comunidad cristiana durante los pasados treinta años. Ya sea que el impacto haya sido positivo, negativo o neutral es a menudo el tema de un debate candente...

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viernes, 13 de agosto de 2010

La Iglesia Emergente - Conduciendo a Protestantes de Regreso a Roma

Tomado de http://www.cristianismobiblico.com/la-iglesia-emergente---conduciendo-a-protestantes-de-regreso-a-roma.html

Hemos estado recibiendo un número creciente de informes acerca de protestantes están regresando al catolicismo romano. Existe hoy una serie de tres libros que presagian los testimonios de ex-pastores protestantes que han encontrado el amplio camino hacia Roma más tentador y satisfactorio. ¿Qué es lo que causa esta apostasía creciente? ¿Quién está detrás de este cambio de sentido de la Reforma? ¿Por qué son seducidos tantos protestantes por la devoción de esta religión falsa? Muchos evangélicos son son desconcertados y van en busca de respuestas. Aunque es decepcionante y desalentador, no deberíamos estar sorprendidos porque: "Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios " (1 Tim. 4:1).

¿Necesita el Cristianismo Ser Reinventado? Una de las principales influencias que han hecho el camino de regreso al catolicismo romano es El movimiento de la Iglesia Emergente. Los proponentes dicen que es tiempo de que el Cristianismo sea reinventado a una nueva generación. Debe hacerse más relevante a una generación postmoderna. Dicen que la mejor forma para reinventar el Cristianismo a la generación presente es que debe volver a introducir ideas y experiencias del pasado. Los líderes emergentes dicen que la Palabra de Dios ya no sostiene las respuestas a las preguntas de la vida. La experiencia debe convertirse en el factor crucial para encontrar la realidad espiritual. Las atracciones experimentales que están siendo promovidas por la Iglesia Emergente incluyen: estatuas, estaciones de oración, el incienso, la liturgia, las candelas, los iconos, los sacramentos y el llamar a la comunión Eucaristía. Es fácil ver cómo complementa este movimiento y promueve "el nuevo programa de evangelización" del Vaticano para reconquistar a los "hermanos separados" a la "iglesia verdadera".


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viernes, 30 de julio de 2010

El Movimiento Emergente: Definición

La iglesia emergente o movimiento emergente es un movimiento que inició a principios de la década de los 90’s. Es un movimiento fragmentado, con mucha variedad por lo cual encontrar definirlo es muy difícil. Inclusive, uno de los líderes y pensadores, Brian McLaren fue catalogado por la revista Time como uno de los 25 evangélicos más influyentes de América en la edición de Febrero del 2005.

Qué es la Iglesia Emergente?
Eddie Gibbs, quien no se declara emergente, pero publicó un libro acerca del movimiento dice, 

“Popularmente, el término “Iglesia Emergente” a sido aplicado a una congregación de alto perfil, orientada a los jóvenes que ha atraído la atención debido a su rápido crecimiento, su habilidad de retener a la población de veinteañeros, y su alabanza contemporánea que toma de los estilos musicales populares, y que además se promueve hacia la sub-cultura Cristiana por medio de sus sitios en internet y de boca a boca.”


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lunes, 26 de julio de 2010

EL VERGONZOSO EVANGELIO SOCIAL

"Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree" (Romanos 1:16).


Por varias razones, cristianos de toda clase han tratado de hacer ciertos ajustes al "evangelio de Cristo" como si realmente necesitara algún arreglo. No queremos una alteración mayor, esta gente dice, solamente unos pequeños ajustes aquí y allá. Pero aún así, no importa como lo racionalicen, el resultado final es el "estar avergonzado del evangelio de Cristo."


El "estar avergonzado del evangelio" cubre un número de actitudes o posturas, desde estar totalmente avergonzado hasta el punto de querer mejorarlo para hacerlo un poco más aceptable. Un ejemplo es la reciente afirmación de un autor de una iglesia "emergente" que ha dicho que el sacrificio de Jesús por los pecados de la humanidad es irrelevante y debe ser visto como una forma "cósmica de abuso infantil." Otros ejemplos más sutiles incluyen el hacer el evangelio menos exclusivo y de "suavizar" las consecuencias de no seguir el evangelio como la ira de Dios y el Lago de Fuego.


Es común y corriente entre muchos líderes religiosos que profesan ser evangélicos Cristianos (Cristianos que creen en la Biblia) de apoyar o promulgar, fomentar un evangelio que sea aceptable, y hasta que pueda sea admirado, por la mayoría de personas en todo el mundo. Hoy en día la forma más popular de ésta clase de evangelio es el evangelio social.

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jueves, 11 de febrero de 2010

LA AUTORIDAD DE UN PASTOR

Tomado de http://institutointerglobal.org/liderazgo/734-la-autoridad-de-un-pastor

"Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad. Pero no será así entre vosotros," dijo Jesús, y añadió: "que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor." (Marcos 10.42-43)

Con estas palabras Jesús nos está indicando que un sistema de gobierno totalmente diferente al que emplea el mundo debe de permanecer entre los cristianos. La autoridad entre los cristianos no se deriva del mismo origen de la autoridad del mundo, ni se debe de practicar de la misma forma. El mundo ve la autoridad como uno sobre otro, como la estructura militar de mando, como una jerarquía en el mundo de los negocios, o el sistema de gobierno. Esto es como debe de ser. Incitado por la competitividad creada por la Caída, y enfrentado con la rebelión y crueldad de la naturaleza humana pecadora, el mundo no podría funcionar sin el uso de estructuras de mandato y decisiones ejecutivas.

Pero como Jesús deja cuidadosamente dicho,"no será así entre vosotros". Los discípulos siempre están en una relación diferente los unos con los otros, en contraste con los mundanos. Los cristianos son hermanos y hermanas, hijos del mismo Padre y miembros los unos de los otros. Jesús lo aclaró muy bien en Mateo 23.8: "Uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos."

Durante veinte siglos la iglesia ha ignorado estas palabras. Posiblemente con la mejor de las intenciones, sin embargo, en repetidas ocasiones ha tomado en préstamo, en su totalidad, las estructuras de autoridad del mundo, cambiando los nombres de lo ejecutivos de reyes, generales, capitanes, presidentes, gobernadores, secretarios, cabezas y jefes a papas, patriarcas, obispos, administradores, diáconos, pastores y ancianos, siguiendo felizmente en su camino, enseñoreándose sobre los hermanos, y de tal forma destruyendo el modelo de servidumbre, lo cual eran las intenciones de nuestro Señor. Los cristianos han olvidado tan totalmente las palabras de Jesús, que tienen que poner en práctica con frecuencia el patrón mundano de gobernar, sin siguiera cambiar los nombres, y han hecho funcionar iglesias, misiones, organizaciones juveniles, escuelas, universidades y seminarios, todo en el nombre de Jesucristo, pero con presidentes, directores, superintendentes, administradores, regentes y jefes, que de ninguna manera se diferencian de las correspondientes estructuras seculares.

Posiblemente ya es muy tarde para alterar las muchas estructuras comúnmente llamadas "para-iglesia" o "quasi-iglesia", pero ciertamente las palabras de Jesús no deben de ser ignoradas en la adoración y funciones de entrenamiento dentro de la misma iglesia. En algún lugar, seguramente, las palabras de Jesús: "no será así entre vosotros..." deben de encontrar su efecto. Sin embargo, en la mayoría de las iglesias hoy día, sin pensarlo, se ha aceptado la idea de que el pastor tiene la voz final y cantante en autoridad, en cuanto se refiere a la doctrina y práctica, y que en cuanto a administración, él es el oficial ejecutivo de la iglesia. Pero ciertamente, si el papa sobre la iglesia no es bueno, un papa en cada iglesia no es nada mejor.

Está bien claro en las escrituras que los apóstoles estaban preocupados en cuanto al peligro de promover jefes eclesiásticos. En 2a. Corintios 1.24, Pablo recuerda a la iglesia de Corinto acerca de su propia autoridad apostólica, "...no que nos enseñoreemos de vuestra fe, sino que colaboramos para vuestro gozo...". En la misma carta él describe, con una desaprobación bastante aparente, como reaccionan los corintos de ciertos líderes entre ellos: "Pues toleráis si alguno os esclaviza, si alguno os devora, si alguno toma lo vuestro, si alguno se enaltece, si alguno os da de bofetadas." (2 Cor. 11.20).

Pedro también tiene cuidado en advertir a los ancianos, (y él se incluye entre ellos ["Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo también anciano con ellos"]), no gobernar "como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos a la grey" (I Pedro 5.1,3). Y Juan habla con palabras duras acerca de Diótrefes, "al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe...y a los que quieren recibirlos se lo prohibe, y los expulsa de la iglesia" (3 Juan 9,10). Estos ejemplos de jefes de la iglesia del primer siglo nos indican qué fácilmente las iglesias de entonces, (como las del siglo 20) ignoraban las palabras de Jesús, "no será así entre vosotros."

Pero si la iglesia no imitara al mundo en este asunto, ¿entonces qué debe de hacer? El liderazgo ciertamente debe de ejercitarse dentro de la iglesia y debe de haber cierta forma de autoridad. ¿Que deberá ser? Esta pregunta tiene la contestación en las palabras de Jesús: "Uno es vuestro Maestro". Por mucho tiempo las iglesias se han comportado como si Jesús estuviera muy lejos, allá en el cielo, y ha dejado que los líderes de las iglesias tomen sus propias decisiones y dar curso a sus propios asuntos. Pero Jesús mismo les aseguró, al darles la Gran Comisión, "He aquí que yo estaré con vosotros siempre..." y en Mateo 18.20 reiteró: "porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos." Ciertamente esto indica que El está presente, no solo en la iglesia universal, sino que también en toda iglesia local. Así es que Jesús mismo es quién tiene la autoridad suprema en cada cuerpo de creyentes, y El está totalmente preparado para ejercitar Su autoridad mediante el instrumento que El mismo ordenó -- los ancianos.

La tarea de los ancianos no es la de manejar la iglesia por sí mismos, sino determinar como el Señor en medio de ellos desea que la iglesia sea dirigida. Mucho de esto El ya ha revelado por medio de las escrituras, las cuales describen cómo se imparten y se ejecutan los dones espirituales, la disponibilidad del poder de la resurrección y la responsabilidad de los creyentes de sobrellevar los unos las cargas de los otros (Gálatas 6.2), confesar los pecados unos a otros, enseñar, amonestar, corregir, [instruir en justicia (2 Tim. 3.16)] y testificar a y servir a las necesidades de un mundo adolorido.

En las decisiones que la iglesia confronta día tras día, los ancianos deben de buscar y encontrar la mente del Señor por medio de una unanimidad, sin coercer, alcanzada después de una discusión bíblicamente relacionada. Así es que la autoridad suprema, aun en asuntos prácticos, está investida en el Señor y en ninguno más. Esto es lo que el libro de los Hechos revela en su descripción de las acciones iniciativas del Espíritu Santo, quién obviamente planeó la estrategia evangelizadora de la iglesia primitiva (capítulos 8,13, etc. de Hechos). Los ancianos buscaron la mente del Espíritu y cuando era totalmente claro, actuaron en unanimidad de pensamiento y propósito. "Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias" (Hechos 15.28). Así es que la autoridad no era de los hombres, sino de Dios, y fue expresada, no por hombres, actuando como individuos, sino colectivamente, en un acuerdo unánime de hombres a los cuales el Espíritu Santo había dirigido a ser ancianos (Hechos 20.28). "Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor..."

El punto es este: Ningún hombre solo es la expresión de la mente del Espíritu Santo. Ningún individuo tiene autoridad de Dios de dirigir los asuntos de la iglesia. Una pluralidad de ancianos es necesaria como salvaguardia de la tendencia tan humana de jugar a ser Dios sobre otras personas. Aun así, la autoridad ejercitada no es para dominar o arbitrariamente decretar sobre cualquier otro. La habilidad del siervo para influenciar a cualquier persona, no descansa en dar órdenes, más bien obtener el consentimiento voluntario. Esta es la naturaleza de toda la autoridad entre cristianos ¡aun la autoridad del mismo Señor! El no fuerza nuestra obediencia, pues la obtiene mediante el amor, expresada ya sea en disciplina circunstancial o por el despertar en gratitud al suplir nuestras desesperadas necesidades.

La verdadera autoridad de los ancianos y de otros líderes en la iglesia, es entonces de respeto, avivado por su amoroso y piadoso ejemplo. Esta es la fuerza de dos versículos, los cuales se citan con frecuencia por aquellos que se adjudican autoridad única de pastores sobre los miembros de la iglesia. El primero se encuentra en 1 Tes. 5.12-13, "Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra." La frase clave es: "y os presiden en el Señor". La palabra griega aquí usada es "prohistamenous" y aunque se ha traducido "os presiden", esta palabra no contiene ninguna implicación de tener autoridad sobre otro. En la versión de "The New English Bible" está más propiamente traducida: "...y en el compañerismo en el Señor están sus líderes y consejeros". El significado de la palabra es "ante vosotros", no de enseñorearse de ellos. Es la palabra común para liderazgo. Los líderes pueden dirigir, solo si ellos pueden persuadir a algunos a seguir.

Otro versículo que se usa para respaldar autoridad de comando se encuentra en Hebreos 13.17, "Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta". El imperativo traducido "obedeced" viene de la palabra "peitho", de persuadir. Según se usa aquí, el léxico de Thayer da su significado como "permitirse uno mismo a ser persuadido." Otra vez no hay indicación de un derecho de mandar a alguien en contra de su voluntad, pero el sentido es claro que los líderes son los persuadores, que su habilidad de persuadir surge, no de palabras convincentes o de una personalidad dominante, sino de un correcto comportamiento que produce respeto. En esta encrucijada algunos serán tentados a decir: "¿Y qué más da?". Después de todo, el modelo de comando de autoridad está ampliamente establecido para alterarlo ahora, y además, parece que muchas iglesias están funcionando bien tal y como está; ¿por qué tratar de cambiarlo ahora?


Para responder considere lo siguiente:

1. La Biblia indica que cualquier desviación del plan divino inevitablemente produce debilidad, división, contiendas, aumenta la falta de fruto y al final, muerte. El bajo estado presente de muchas iglesias es testimonio al hecho de ignorar, durante un gran período de tiempo, la manera en que Dios obra.

2. Una estructura de comando de autoridad en la iglesia, priva al mundo de cualquier modelo o demostración de una manera diferente de vivir a la que ya está viviendo. El mundo no ve diferencia en la iglesia, y no ve la razón por la cual ha de cambiar y creer.

3. Una estructura de comando de autoridad, inevitablemente produce resentimiento, represión, explotación, y finalmente, rebelión. Es la ley, que la escritura nos asegura que nosotros nunca podremos redimir o restaurar, por la cual tiene que, por su propia naturaleza, condenar y reprobar.

4. El deseo del Señor Jesús de demostrar al mundo una forma completamente nueva de autoridad que es consistente con la gracia, no la ley, y que es nulificada por la estructura de comando entre cristianos, y el evangelio de morir-para-vivir es negado aun antes de ser proclamado. Esto quiere decir que Dios es robado de Su gloria y distorsionado ante un mundo vigilante. ¡Nada puede ser más serio que esto!

Admitimos que un llamado a un cambio de esta naturaleza es radical, incluso revolucionario. Pero ¿desde cuándo fue llamada la iglesia a ser una sociedad conformista? ¿No es tiempo de que ya tomemos seriamente las palabras del Señor: "no será así entre vosotros"?

Este artículo fue escrito por Ray C. Stedman en 1976
para su publicación en MOODY MONTHLY.
Ha sido trascrito para su edificación y deleite por DISCOVERY PUBLISHING,
un ministerio de la Iglesia Bíblica de la Península, Palo Alto, California.
Traducción: Apolos Garza Marroquín

--- Fin del Artículo ---

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martes, 9 de febrero de 2010

¿HAY APÓSTOLES EN LA IGLESIA DE HOY?

Tomado de http://www.biblia.com/pdf/apostoles.pdf

Supongamos que usted asiste a una iglesia; tiene un pastor o una pastora o varios pastores. Un día su líder decide asistir a un retiro de pastores en una mega-iglesia. Regresa expresando el cambio espiritual y la renovación que experimentó. De repente, el universo eclesiástico cambia dramáticamente. Ahora empieza a hablar del “Ministerio Quíntuple” y, especialmente, sobre el nuevo apostolado que el Señor le ha regalado a la iglesia. Reclama que el Espíritu le ha mostrado que su iglesia debe estar bajo la “cobertura” de un apóstol sin la cual no experimentará la bendición del Señor.

Su pastor ahora dice que Dios está restaurando la estructura de la iglesia mundial según Efesios 2:20. En pocas palabras, si su iglesia no está edificada sobre el fundamento de los apóstoles y profetas actuales, no experimentará fruto espiritual. El nuevo apóstol de la iglesia local aparece al poco tiempo y promete toda una serie de bendiciones, renovación, familias restauradas, templos llenos, el mundo convertido, y – por supuesto – prosperidad. ¡Todo siempre y cuando la iglesia esté sometida a la autoridad del apóstol!
Cualquiera cosa que falta en su iglesia local, la presencia de un apóstol la atenderá.

La cuestión fundamental es: ¿Quién decide si hay apóstoles hoy en día?
Estamos de acuerdo con la declaración de Pablo en 1 Corintios 12:11, que al Espíritu Santo le corresponde tal decisión.
Además, entendemos que el Espíritu opera según su propia Palabra, la Biblia.
Es preocupante que famoso apóstol centroamericano una vez dijera, "Los demás estudian la teología; ¡yo atiendo al Espíritu Santo!" ¿No cree que el mismo Espíritu nos regaló la Biblia para aprender de sus caminos? El único Espíritu nos dirige e inspiró los Hechos y las cartas de Pablo para guiarnos.

Pensemos en las preguntas más comunes que se hacen con respecto a este tema del apostolado:


Empecemos con, ¿qué significa la palabra "apóstol" en la Escritura?

En el griego koinē, el idioma en que originalmente se escribió el Nuevo Testamento, se nos presentan dos palabras. En 83 oportunidades se presenta apóstolos (apóstol) y en 4 oportunidades se nos habla de apostolé (apostolado). Un "apóstol" denota la persona, mientras "apostolado" indica el oficio. "Enviar" (apostellō) es el verbo detrás de "apóstol"; es decir, los apóstoles predicaron el evangelio como "viajeros" o "enviados".


¿Eran Doce apóstoles o había más?

Cristo escogió a Doce para servir como sus enviados especiales; probablemente representaban las Doce Tribus de Israel. Con la muerte de Judas, los demás siguieron el consejo del Antiguo Testamento y oraron; luego "la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles" (Hechos 1:14-26). El libro de Los Hechos no da ninguna indicación de que la selección de Matías fuera un error ni de que Pablo debiera ser el decimosegundo. Igualmente, no hay ninguna referencia sobre reemplazar a aquellos que iban muriendo, por ejemplo, Jacobo en Hechos 12:2. Además, la visión de la Nueva Jerusalén en Apocalipsis 21:14 implica que el número Doce era fijo.

Cuando Pablo reclamó que era Apóstol, se consideró a sí mismo "…por último, como a un abortivo…" (1 Corintios 15:8), o sea, no como uno de los Doce. Ahora sí había unas personas quienes se llamaban apóstoles, probablemente en el sentido más genérico de "enviado": por ejemplo, Andrónico y Junias en Romanos 16:7; Tito y ciertos hermanos en 2 Corintios 8:23; Bernabé en Hechos 14:14. Ellos no fueron escritores del Nuevo Testamento, ni tuvieron autoridad apostólica sobre redes de iglesias. Más bien, fueron enviados o pioneros del evangelio. Para captar el uso de los términos, podemos hablar de los Doce Apóstoles (en mayúscula), más Pablo como el Último, más una cantidad de "apóstoles" (en minúscula).

¿Cuáles son las características de un Apóstol (en mayúscula)?

Primero, la mejor definición del Apóstol (los Doce más Pablo el "abortivo") se encuentra en Hechos 1:21-22 – "Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho con nosotros testigo de su resurrección."

Segundo, Pablo enfatiza que el Apóstol verdadero hace milagros (2 Corintios 12:10). Como Hechos 1, Pablo también afirma que los Apóstoles han visto al Señor resucitado (1 Corintios 9:1). Podemos entonces concluir de la Biblia esta definición: Un Apóstol es un enviado especial de Cristo, el cual tiene un llamado directo y un don específico; es testigo ocular de la resurrección; se dedica a transmitir la doctrina de Dios. También, se puede ver que, un Apóstol predica; hace milagros; es pionero; sufre mucho; es ambulante (viajero). Es el llamado por Dios y el don es dotado por el Espíritu.

Según lo que anteriormente vimos sobre la descripción de un Apóstol, ¿qué contraste vemos con los apóstoles de hoy en día?

C. Peter Wagner de la Coalición Internacional de Apóstoles (ICA), ha sido un impulsador muy formativo en esta área del movimiento neo-apostólico. Wagner dice que Efesios 4:11 habla del Ministerio Quíntuple, el cual es necesario para edificar la iglesia de hoy. Wagner define un apóstol como "un líder cristiano dotado, enseñado, comisionado y enviado por Dios, con la autoridad para establecer el gobierno fundacional de la Iglesia dentro de una esfera asignada de ministerio, a través de oír lo que el Espíritu Santo está diciendo a las iglesias, y a través de disponer las cosas en el orden necesario para el crecimiento y la maduración de la Iglesia".1
También ha definido el don como la "capacidad de…asumir y ejercer liderazgo sobre un cierto número de iglesias con una autoridad extraordinaria en asuntos espirituales..."
En otro lugar, Wagner dice que él había decido no incluir en su definición estos tres puntos bíblicos: señales y milagros, ver a Jesús cara a cara y plantar iglesias. 

A nuestro parecer es un poco extraño que él redefina "apóstol", eliminando las características que Pablo solía enfatizar y la única característica que ambos, Pedro y Pablo, subrayaron – ser testigo ocular del Cristo resucitado.
También, Wagner no cree que los apóstoles modernos deban revelar nuevas doctrinas; no habla de sufrimiento ni de ser viajeros. Pero, "apóstol" por definición significa "enviado" – no enviado a conferencias, ni para ser pastor de una mega-iglesia, sino a lugares sin una presencia evangélica para hacer el trabajo duro de Dios.

Entonces, ¿por qué llamar a una persona "apóstol", si no hace nada especialmente relacionado con los Apóstoles ni siquiera, se debe mencionar, con aquellos "apóstoles" en minúscula, como Andrónico y Junias? Parece que la intención de algunos que se autoproclaman apóstoles es convertirse en los líderes de todas las iglesias.
Estos apóstoles creen que las denominaciones son cosa del pasado y que todas las iglesias deben someterse a ellos. Un famoso apóstol, por ejemplo, dice que no habrá avivamiento en nuestro país hasta que todos los pastores de este país se sometan a su autoridad. Finalmente, ofrecemos algunas observaciones sobre los apóstoles de hoy:

1. Existe un anhelo de ser reconocido como "apóstol" y hay una cantidad de nuevos apóstoles.

Si consideramos que solo había una docena en los primeros días – y la mayoría murió en pocas décadas – parece haber un número desproporcionado en nuestros días y va en aumento rápidamente. Uno de los puntos de Pablo en 1 Corintios 9 o en 2 Corintios 10-12 es que el apostolado es por definición un don muy poco común, y que el don verdadero es poco deseable.

2. "Apóstol" se define hoy en términos de autoridad y control, tanto como un obispo.

¿De dónde vino el concepto de tener un obispo, es decir, un pastor de un área metropolitana quien tiene control sobre las iglesias en su región? 
Es difícil probar el concepto con base en la Biblia. Sin embargo, el concepto es sumamente claro en las cartas de un padre de la iglesia primitiva, Ignacio de Antioquía (107 d. C.). Afirmó la doctrina de que estar en conformidad con el obispo es la manera de alcanzar una iglesia santificada: "…para que estando perfectamente unidos en una sumisión, sometiéndoos a vuestro obispo y presbítero, podáis ser santificados en todas las cosas." (Ignacio, A los Efesios 2).
Esto fue un paso hacia el sistema romano; por eso, un título del papa es "Sucesor de San Pedro, Príncipe de los Apóstoles." El concepto no-católico de "cobertura", de que cada pastor debe trabajar bajo la autoridad de un apóstol, es paralelo a la obediencia de las iglesias al obispo.

La enseñanza apostólica en la Biblia nos indica que el gobierno de las iglesias quedó en manos de colegios de ancianos o presbíteros o "vigilantes" o "líderes" (mal traducido como "obispo" en algunas versiones; vea el caso de Éfeso, Hechos 20:17, 28; 1Timoteo 3:1-2; de Creta, Tito 1:5). En los pasajes claves donde se describe su puesto, lo valioso es ser una persona santa (¡especialmente en su vida financiera!) y de buena doctrina (vea Hechos 20:17-35; 1 Timoteo 3:1-7; Tito 1:5-9; 1 Pedro 5:1-4).

Frank Viola, en su escrito "La Dramática Falta de Atención que Se Da al Liderazgo en el Nuevo Testamento" nos dice: Si somos lectores cuidadosos de la Escritura, descubriremos que las cartas de Pablo hacen mucho ruido con respecto a la importancia de la vida ejemplar y no muestran interés en la posición titular o formal. Por ejemplo, cada vez que Pablo escribía a una iglesia (poniendo aparte a las epístolas Pastorales, ya que son cartas personales escritas a los colaboradores apostólicos de Pablo), siempre se dirigía a la iglesia misma en vez de a sus líderes (Rom. 1:7; 1 Cor. 1:1-2: 2 Cor. 1:1; Gál. 1:1-2; Efe. 1:1; Fil. 1:1; Col. 1:1-2; 1 Tes. 1:1; 2 Tes. 1:1). Esta tendencia es notable en el libro de los Hebreos, donde el escritor, hacia el final de la carta, de pronto dice a los santos que saluden de su parte a sus líderes (Heb. 13:24).

3. Algunos apóstoles de hoy aparentan impartir nuevas enseñanzas.

Cierto que muchos "neo-apóstoles" rechazan esta tendencia. Sin embargo, en otros casos particulares parece que inventan nuevas doctrinas, cambian o aumentan nuestras doctrinas, especialmente en cuanto a la naturaleza de la guerra espiritual, espíritus regionales, la segunda venida de Cristo, o la manera de discipular a la iglesia. En particular, unos descubrieron doctrinas del Antiguo Testamento y las introdujeron en el Nuevo Pacto. En términos pragmáticos, la revelación de una doctrina enterrada es igual a promulgar una doctrina nueva.

4. El apostolado moderno no tiene el vínculo bíblico fuerte con el sufrimiento físico.

Los auténticos apóstoles sufren, y punto. Sí, los apóstoles de hoy se quejan de que son perseguidos por quienes cuestionan su don; no se trata de persecución, sino del discernimiento que el Señor siempre nos exige: "no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios" (1 Juan 4:1).

El apóstol Pablo sufrió de una manera casi increíble y lo mencionó como una prueba de su apostolado. Sin embargo, también habló de cosas cotidianas (1 Tesalonicenses 2:8-9). Pablo no nos habla de estar agotado por asistir a conferencias, sino por trabajar con sus propias manos, de noche y de día.
La gente se burlaba de él por no tener trajes caros ni una postura autoritaria. Él nunca respondió que "trabajo duro y creo que el Señor quiere que yo tenga buenas cositas." No se quedó en las suites presidenciales para tener privacidad.

Todo el mundo conoce la tendencia moderna de buscar nuevos títulos para colocarse por encima de los demás. Algunos de estos apóstoles disponen de doctorados no reconocidos por ninguna autoridad, certificados que pregonan la importancia del individuo. Por supuesto, algunos apóstoles nuevos son siervos humildes del Señor. Sin embargo, los apóstoles por lo general han llegado a merecer rápidamente una reputación de ser "superapóstoles" (2 Corintios 11:5).
Entonces, retamos a cualquier neo-apóstol que lea esto a que renuncie su título; venda sus carros; se quite los anillos y se ponga ropa simple; visite a pie los barrios de su ciudad, solo, sin cámaras, sin gritos de victoria, solo compartiendo la Palabra, orando por los enfermos, alimentando a los hambrientos. Los retamos a asumir el título, Siervo de Dios, humildemente.

Conclusión

Entonces, de vuelta a nuestra iglesia, donde el pastor acababa de regresar con algo nuevo. Vendrán estos "apóstoles", hablando de sus visiones y hasta de versículos bíblicos que supuestamente prueban su autoridad sobre usted. Uno puede aprender mucho sobre un apóstol por lo que le pide a su gente. Si alguien pide su dinero u obediencia, usted tiene el derecho de rechazarlo. Cristo es quien merece obediencia y, aunque su iglesia necesite de su apoyo financiero, usted tiene el derecho de verificar que su dinero se esté utilizando sabiamente, sin enriquecer a un líder cuando hay personas en necesidad económica.
Usted, como miembro del real sacerdocio (1 Pedro 2:9) es por definición una de las personas ungidas del Señor. Tiene tanto el derecho como la responsabilidad de pedir prueba bíblica. Usted no tiene que soportar insinuaciones ni acusaciones de que es rebelde contra el plan divino, nuevamente revelado.
La frase "no toquéis al ungido del Señor" aplica tanto a su persona como a cualquier cristiano. Mientras tanto, es una buena idea recordar que vamos a alcanzar un punto de saturación. Una vez que cierto porcentaje del liderazgo de la iglesia reclame el título "apóstol", este perderá su peso e importancia. En ese momento, el sistema "apostólico" se colapsará y otro movimiento lo reemplazará. Hasta esa hora, actuemos con sabiduría y paciencia en la iglesia.


Fin del artículo.

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domingo, 7 de febrero de 2010

¿Todo lo que dices recibes?

Tomado de http://www.riosdevida.com/contenido.php?id_contenido=118

La verdad sobre la confesión positiva
por Eliana Gilmartin

Desde hace más de una década ha venido infiltrándose entre la cristiandad evangélica la teoría, tal vez muy atractiva, pero del todo no-bíblica, acerca de la importancia sobrenatural de lo que pronunciamos con nuestros labios.

El peso propio que se le concede a la palabra llega hasta los extremos de creer que si digo "me muero de la jaqueca", en efecto moriré, y por tanto, si de verdad me duele la cabeza más bien deberé decir "no me duele nada", y entonces se me pasará la dolencia como por arte de magia...

Si quiero un auto rojo, deportivo y descapotable, escribo sus características en un papel y lo pego en un lugar visible, de modo de poder repetir lo que he escrito con cierta asiduidad, a fin de que, por la fuerza que tienen mis palabras, el Señor, solícito en escucharme, no tarde en responder a todas mis peticiones.

Es verdad que las Sagradas Escrituras hablan de la importancia de algunas cosas que se confiesan con los labios. Pero, curiosamente, eso que se debe confesar es el señorío de Jesucristo, y su obra redentora en favor nuestro: Romanos 10:9, 1ª Reyes 8:35, 2ª Crónicas 6:24, Mateo 10:32, Lucas 12:8, etc., y otra clase de confesión, netamente bíblica, como es la de los pecados, para salvación: Levítico 5:5, 1ªJuan 1:9, Nehemías 9:2, Salmos 32:5, Mateo 3:6, etc.

Sin embargo, lo que realmente esta tendencia viene a tratar de imponer, es la creencia o la confianza en la palabra, como valor absoluto: esto quiere decir que lo que digo tiene poder en sí mismo, independientemente de la voluntad divina al respecto. Es más, lo que pronuncio con mis labios de alguna manera pone en funcionamiento la voluntad de Dios, llegando entonces al abismo ilógico de creer que el Señor depende de mí, y no yo de Él, como cualquier pensamiento racional haría suponer. Frente a semejante contradicción, o nos detenemos o saltamos: no hay término medio.

Esta seudo-doctrina presentada por sus defensores como un gran hallazgo de hombres de Dios iluminados por una nueva revelación, no es por cierto nada nuevo. Al fin, deberíamos creer que no hay nada nuevo debajo del sol...

En efecto, está tomada de cosmovisiones tan antiguas como el hombre mismo: el valor mágico de las palabras proviene de creencias esotéricas, orientales, más cercanas a brujos y chamanes que a ideales bíblicos. Y más cercano en el tiempo, vuelve a ser considerada y adoptada por la Nueva Era que, como todos sabemos, no es una religión o una secta, sino una corriente de pensamiento que invade e infiltra todos los estratos sociales, todos los niveles culturales, todas las disciplinas. La Nueva Era aconseja: acéptate y sé feliz. Y si hay algo que te "desarmoniza", desconócelo y repite que todo está bien, hasta que realmente creas que está bien...

Sucede que, aunque no podamos encontrar nada semejante en la Biblia, esto funciona: acaricia la carne, alimenta el ego, nos convence de que somos los mejores y de que nada puede pararnos...¿O no somos hijos del Poderoso? Mientras tanto, la cruz, el negarse a sí mismos, el ver nuestras justicias como trapo de inmundicia, el ser barro en manos de un alfarero...todo esto, y mucho más, queda arrumbado en el último rincón del desván de nuestra alma...¿Quién quiere ser un perdedor?

La confesión positiva nos anima a desconocer cualquier cosa que no nos agrade o que nos duela: si estoy en la ruina, no debo decirlo, porque mi Dios es el dueño de todas las riquezas. Si estoy enfermo, tampoco debo decirlo, porque por sus llagas fuimos nosotros curados... En cambio, sólo debo pronunciar lo que quiero en mi corazón, y sólo porque lo diga, entonces se cumplirá. Así y todo, tampoco debo suplicar o pedir por favor: únicamente ordenar, y entonces todas las huestes angélicas se pondrán en movimiento sólo por el poder de mis palabras...

En la misma vía de razonamiento, tampoco habrá que temer nada, por aquello de que "...el temor que me espantaba me ha venido y me ha acontecido lo que yo temía." (Job 3:25) Los que así creen no advierten que esta no es la verdadera interpretación de este pasaje. La declaración de Job no hace referencia a una cuestión de causa-efecto: porque lo temí, entonces me sobrevino. Solamente es una afirmación, carente de toda otra segunda acepción: le sobrevino, lo que temía. El por qué es algo sobre lo que Job no se expide.

Así las cosas, el cristiano se ve de golpe convertido en un superhombre, que de tener fe, todo lo puede: ¿Podrá también torcer la voluntad de Dios?

Esta nueva ola de interpretación, entonces, vulnera por lo menos dos nociones fundamentales en el ideario cristiano: la fe y la soberanía de Dios.

En cuanto a la fe, puntualizaremos algunas cuestiones acerca de sus características fundamentales. El libro de Romanos es verdaderamente una enciclopedia de la fe. En él se nos aclara que la fe viene por el oír, y el oír, por la palabra de Dios (Romanos 10:17). Para empezar, entonces, podemos afirmar que la fe no es un disparo al aire, sino que responde a una palabra de Dios. Se debe tener fe en lo que Dios nos dice, jamás sólo en lo que se nos ocurre. Puedo decirle a ese monte que se eche en el mar, pero si Dios no me ha dicho que lo haría, en vano hablaré, gritaré o proclamaré...Puedo declarar con mis labios que algún paralítico ande, pero si no lo ha determinado así el Señor, solamente conseguiré destruir una vida...

Revisemos la vida del padre de la fe, Abraham: cuando el todavía Abram sale de su tierra. ¿Lo hace sólo porque se le antoja? Mas bien fue por fe, pero su fe estaba fundamentada en lo que Dios le había hablado. Era tal vez una locura, era casi algo irracional, pero Dios lo había dicho. Y sobre eso ejercía fe.(Génesis 12 y sgtes.)

Cuando Noé sube al arca, y antes, cuando la construye (Génesis 6 y sgtes.) ¿No estaba respondiendo a una palabra de Dios?

¿Qué decir de Moisés, Gedeón, Sansón, David y otros grandes héroes que engalanan la galería de Hebreos 11?

No es mi fe la que pone en movimiento la maquinaria divina, sino a la inversa: la palabra de Dios, emitida de acuerdo con su soberana voluntad, pone en funcionamiento la fe, la cual es también un don de Dios. (Efesios 2:8, 1ª Corintios 12:9)

Si el Señor, pues, te dice que te dará un auto rojo deportivo y descapotable, ten fe, aunque parezca una locura...Si, por el contrario, El nada te ha dicho, quizás la locura sea pretender obtenerlo.

De la mano de una fe bien entendida, camina la soberanía de Dios. Ella implica que Dios, y sólo El, es absoluto, dueño de todo. El motor inmóvil de la filosofía, la causa eficiente, el acto puro. Todo es por El y para El, y nada sucede si el Señor no lo ha previsto. El es, efectivamente, el Señor, amo absoluto, no un vasallo de los caprichos, necesidades u ocurrencias humanas. El hace el día bueno y el malo, El nos da bonanza o nos somete a la adversidad, El nos enriquece o nos empobrece, nos lleva o nos trae, nos pone o nos saca, nos da o nos quita...¿Quién se atreverá a decirle qué haces?

Leamos atentamente algunos textos: Eclesiastés 7:14, Isaías 45: 9-9-12, Deuteronomio 4:39, 1ª Crónicas 29:12, Job 9:12, Salmos 29:10, 135:6, Daniel 4:35, 2º Reyes 19:28, Romanos 9:19, etc.

En todos ellos, y en muchos otros que podríamos citar, se aclara meridianamente que por sobre lo que creemos, o pretendemos creer, está Dios, sentado en su trono, decidiendo lo que es bueno o no para sus hijos.

Los cristianos no somos, ni fuimos llamados a ser, super-héroes. Por la cruz fuimos salvados, y con ella misma en los hombros debemos caminar por donde anduvo el Señor...

¿Desear cosas? ¿Anhelar cosas? ¿Esperar cosas? ¿Orar por ellas? Esta muy bien, ¿A quién otro podríamos recurrir? Pero nunca creer que nuestra palabra o nuestro poder puede realmente traer a la realidad lo que deseamos, como, pasmosamente, se nos enseña en La cuarta dimensión, de Yonggi Cho.

Podemos proclamar lo que deseamos, pero sólo como una manera de alimentar nuestra fe, nunca con la ilusión oculta de que nuestras órdenes sean justamente eso para Dios.

La única confesión verdaderamente positiva que conozco es aquella de reconocimiento a Dios por sobre todas las cosas: El lo es todo, en todo. Si vivimos de acuerdo con esta premisa puede ser que todo en nuestra vida cambie. Ya no seremos los nuevos adalides contemporáneos, pero estaremos más cerca del Siervo, el que descendió a la condición humana, el que lavó los pies de sus discípulos, el que fue a la cruz para rescatarnos...

Porque, debemos comprenderlo, Dios no comparte su gloria con nadie.

--- Fin del Artículo ---

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domingo, 31 de enero de 2010

¿Son realmente protestantes y evangélicos todos los "protestantes" y "evangélicos" de hoy?

Tomado de http://todopensamientocautivo.blogspot.com/2009/07/son-realmente-protestantes-y.html

Por Sugel Michelén

La palabra “protestante” comenzó a usarse para designar a los partidarios de la Reforma del siglo XVI a raíz de la protesta que un grupo de príncipes alemanes presentaron por escrito en la segunda Dieta de Spira, en 1529.

Tres años antes se había resuelto que cada estado se responsabilizara ante Dios, no ante el Emperador, de la religión de sus súbditos y que no se debía poner impedimento a la predicación de la Palabra de Dios.

Pero en la Dieta del 1529 el representante del Emperador anunció que esa ordenanza quedaba revocada y que debía reinstaurarse el antiguo sistema de gobierno eclesiástico con el catolicismo romano a la cabeza. Los príncipes, indignados, entregaron un documento en el que aparecía repetidas veces la palabra “protestamos”, de donde se derivó el apelativo “protestantes”.

Este movimiento reformador del siglo XVI no fue el inicio de una nueva religión, sino la manifestación del deseo de muchos en la Edad Media tardía de que la iglesia fuera restaurada y renovada conforme al patrón bíblico. Por eso el movimiento se mantuvo apegado a las grandes declaraciones de fe del cristianismo histórico.

Descansando en la enseñanza del Nuevo Testamento los reformadores proclamaban que la salvación es un regalo de la sola gracia de Dios y del cual somos hechos partícipes únicamente por medio de la fe en nuestro Señor Jesucristo. De igual modo proclamaban que la Biblia, como revelación inspirada de Dios, es nuestra única regla segura e infalible de fe y práctica.

Andando el tiempo, el término “protestante” comenzó a usarse indiscriminadamente para designar a todos los grupos disidentes de Roma, aún aquellos que no se adhieren a los principios bíblicos sostenidos por la Reforma.

Algo similar ocurrió con el término “evangélico”. Hasta hace un poco más de cien años “evangélico” era aquel que había abrazado de corazón el evangelio de Cristo descansando únicamente en la Biblia como su autoridad doctrinal y práctica. Hoy día son tantos y tan variados los grupos religiosos designados popularmente con estos términos que su significado real se ha perdido casi por completo.

Basta con mirar algunos de los programas televisados que llevan la etiqueta de “cristiano” para darse cuenta que muchos de ellos están presentando un mensaje totalmente diferente del que los verdaderos protestantes y evangélicos predicaban en el pasado. Confieso que me siento indignado y muy avergonzado con mucho de lo que se presenta como cristianismo en los diversos medios de comunicación disponibles hoy día (aunque es justo decir que hay honrosas excepciones).

No tenemos temor de las clasificaciones, siempre que se usen adecuadamente. De lo contrario crearemos mucha confusión y cometeremos graves errores de juicio.

--- Fin del Artículo ---

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La Psicología: ¿Un Nuevo Caballo de Troya en la Iglesia?

Tomado de http://todopensamientocautivo.blogspot.com/search/label/Psicología

Parte 1




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viernes, 29 de enero de 2010

El Movimiento Apostolico Y Profético: ¿Mito o Realidad?

Tomado de http://dialogopastoral.com/?p=849

Mucha confusion esta generando en el dia de hoy la interpretacion de Efesios 4:11 que dice :” Y el mismo constituyo a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros evangelistas; a otros, pastores y maestros”

La confusion radica en que muchos se preguntan si en verdad existen en el dia de hoy Apostoles y Profetas, es alrededor de esos dos ministerios que surge la confusion, porque no es cuestionado el ministerio de Evangelista Pastor, y Maestro.

En el dia de hoy se han levantado grupos y personas que se hacen llamar apostoles y profetas, los cuales reclaman ser las “cabezas o autoridad apostolica” de la iglesia en general en determinada ciudad o region, se proclama que dichas iglesias unidas bajo la “autoridad apostolica” supuestamente estarian llamadas a derribar toda barrera denominacional para venir a estar bajo la autoridad de los “Apostoles Y Profetas”.

Hoy en nuestra ciudad de Houston la confusion es tal que la iglesia esta dividida ante este asunto. Es por ello que Debido a la trascendencia del tema y a la popularidad de nuestro programa radial, muchas personas constantemente me preguntan sobre el topico, por lo tanto he creido necesario poner algunas cosas que a mi parecer son relevantes con respecto al tema, poniendolo en perspectiva con algunas cosas que al respecto se han publicado.

Entendiendo El Problema

Leyendo hace poco un articulo titulado “New Prophets to Head the Church by Let Us Reason ministries ” (Los nuevos Profetas que lidearan la iglesia), el autor relata algo que a mi parecer es sorprendente, el dice que en el año 2,000 mientras miraba en una de las cadenas cristianas de television una entrevista con uno de los mas conotados lideres de este movimiento de apostoles y profetas modernos (Peter Wagner) le escucho decir:

“Creo que el gobierno de la iglesia finalmente ha llegado al lugar que las escrituras afirman en Efesios 2 donde habla del fundamento de la iglesia que son los apostoles y profetas, previo a la década de los 80s y 90s estos fueron practicamente ignorados pero ahora por haberlo reconocido es la mayor razon por la cual estamos entrando en un nuevo nivel de oracion, de guerra espiritual, de sanidad, milagros y liberacion. Esta es una nueva era, yo no se si es coincidencial a medida que entramos en un nuevo milenio”(enfasis añadido)

Al nosotros observar dicha afirmacion, en ella se da implica que la iglesia estuvo estancada hasta los años 80s y 90s, como si estuviese esperando esperando el descubrimiento y lanzamiento del ministerio apostolico y profetico. La realidad es que en estos 20 siglos que tiene la iglesia de existencia, Dios en su soberania y su plan eterno siempre ha obrado su voluntad y nada se le ha salido de la mano. Durante todos estos siglos hubo periodos de oscuridad pero tambien tiempo de gran luz, tiempo de evangelizacion, conversion y avivamientos por doquier. Jesus dijo “Establecere mi Iglesia y las puertas del hades no prevaleceran contra ella”

Continúa...

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domingo, 24 de enero de 2010

Inclinándose al Idolo de la Unidad

Tomado de http://sujetosalaroca.org/2009/09/01/inclinandose-al-idolo-de-la-unidad/

Inclinándose al Idolo de la Unidad

Esta es la última entrada de una corta serie que ha tenido como tema los ídolos que están siendo adorados en el protestantismo. Y el día de hoy deseo tocar uno de los temas que me producen más tristeza. Y me estoy refiriéndo al mal llamado ecumenismo.

Es verdaderamente triste ver como grupos de llamados creyentes están incitando a la unidad religiosa. ¿Porqué digo que es triste? Porque en cierto sentido los creyentes debemos acercarnos a personas de otras religiones, pero con un fin diferente al que está siendo promulgado hoy en día por muchos de estos grupos.

En Costa Rica, por ejemplo, existen grupos evangélicos que se han dedicado a enseñar la Biblia y se han promocionado como grupos para personas a quienes no les gusta la iglesia. Ellos, luego de ayudar a estas personas a encontrar a Dios, se encargan de dirigir a las personas hacia otras iglesias evangélicas o católicas cercanas al lugar donde vive la persona.

Y esto es algo típico dentro del movimiento evangélico postmodernista/emergente, en donde los líderes han venido enseñando de las supuestas cosas comunes que existen entre las diferentes religiones, incluyendo al cristianismo. Estos falsos maestros han venido enfatizando la mentira de que el catolicismo romano, el cristianismo, el Islam, el budísmo, etc, tienen cosas comunes que nos unen, esto es, el mismo Dios.

Es por eso que el día de hoy quiero discutir dos graves problemas que veo dentro de este movimiento ecuménico.


Definición

La palabra ecumenico/ecumenismo proviene de la palabra griega oikumene que significa “el mundo habitado.” Este movimiento ecuménico, entonces, implica unir en una sola iglesia a todos los cristianos. Esto parece un noble propósito, ¿cierto?

Pero, en el mundo católico romano, el término es utilizado para designar la idea de incluír dentro de la Iglesia de Roma a todas las demás iglesias que dicen ser cristianas, bajo la cabeza del papa.


Problemas

Entre las cosas que vemos en este movimiento es que no sólo se han incluído en esta misión a las iglesias que dicen llamarse cristianas, sino que en la actualidad, se han incluído a otras religiones, entre ellas, el Islam, budísmo, induísmo, etc.

¿Cuál ha sido la excusa? Todas estas religiones a pesar de sus diferencias, tienen algo en común, adoran al mismo Dios de la Biblia. Lo que ha venido siendo enseñado en esta etapa postmodernista, es que debido a que ningún hombre puede llegar a conocer la verdad, y a que esta es relativa, todas las diferentes religiones adoran al mismo Dios, pero que Dios se ha revelado a cada una de ellas de diferente manera.


Es así como en el Concilio Vaticano II se declara a los musulmanes como hermanos por parte del Vaticano. En el catecismo católico punto 841 leemos lo siguiente,

"El designio de la salvación comprende también a los que reconocen al Creador. Entre ellos están, ante todo, los musulmanes que profesan tener la fe de Abraham y adoran con nosotros al Dios único y misericordioso que juzgará a los hombres al fin del mundo."

Para el Vaticano los musulmanes adoran al mismo Dios de la Biblia. El problema con este movimiento es que ha despreciado la búsqueda de la verdad. Se ha propuesto concentrar en unidad a iglesias en el aspecto externo comprometiendo la verdadera doctrina bíblica. Se ha promulgado la tolerancia religiosa desechando la predicación del evangelio.

¿Cómo puede decir Roma que un musulmán adora al Dios de la Biblia? ¿Cómo pueden decir estos grupos evangélicos costarricenses que la iglesia católico romana es una verdadera iglesia de Cristo? Esto es una verdadera falacia. El cristianismo bíblico debe tener claro que la única manera de conocer a Dios de la Biblia es a través de Cristo.

Este movimiento ecuménico ha deteriorado el evangelismo. Con la idea de que las demás religiones fuera del cristianismo tiene algo de la verdad de Dios en ellas, se ha pensado que no hay necesidad de predicarles el evangelio.

¿Qué dice la Biblia?

La enseñanza de Cristo es que la iglesia debe ser una, pero no de cualquier manera, sino que debe ser una en verdad (Juan 8: 31-32; 17: 14-17). Sin esto, la unidad externa es una farsa.

Bíblicamente no puede haber unidad entre los creyentes y el resto del mundo, incluyendo a aquellos que falsamente dicen llamarse cristianos. El apóstol Pablo dice lo siguiente,

"No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo.
2 Corintios 6: 14-16


¿Cuál es la intención de Cristo al ordenar esta separación?

Debe existir una verdadera razón para este mandamiento de Cristo. Lo que vemos es que no hay una sola razón, sino dos.

Primero, como creyentes no debemos tener comunión con las tinieblas. ¿Qué beneficio doctrinal puede obtener un creyente de relacionarse de una manera religiosa con un no creyente? Ninguno. Este es el argumento de Pablo.

Segundo, reconocer que debemos estar separados de los no creyentes nos recuerda el mandamiento de Cristo de predicar el evangelio a todas las naciones (Marcos 16: 15-16). ¿Porqué? Porque sabemos que esta es la única opción que tiene un hombre para ser salvo de la ira de Dios a causa de sus pecados.

El movimiento ecuménico de la actualidad refrena este importante mandamiento de Cristo, ya que crea una falsa impresión de que las demás religiones adoran al mismo Dios de la Biblia y por lo tanto no tienen la necesidad de conocer el evangelio. Estas son cosas que hemos visto no sólo del Vaticano, sino de los que han sido considerados los grandes líderes evangélicos del siglo XX como Billy Graham.


¿Es la Iglesia Católico Romana una Verdadera Iglesia?

La respuesta bíblica a esta pregunta es: ¡No! Me entristece mucho que existan evangélicos que consideren apropiado que una persona asista a una iglesia católica. Y no sólo que asista, sino que peor aún, ellos les recomiendan alguna.

El Vaticano apela a la sucesión papal para promulgar la idea de que es la verdadera iglesia de Cristo. Pero, lo que debe quedar claro es que la sucesión papal a partir de los apóstoles no es garantía de que la verdad y pureza de la enseñanza bíblica esté siendo predicada en ella. ¿No eran los fariseos los sucesores de Moisés y los profetas? ¿No era esto lo que ellos decían con tanto orgullo? Ellos decían ser maestros de la Ley e hijos de Abraham. Pero, ¿cuál era la opinión de Cristo?

Para el Señor los fariseos eran hijos del diablo (Juan 8: 44). Cristo justificó esta declaración a causa de que los fariseos habían distorsionado la verdad revelada por Dios en las Escrituras. Esto mismo es lo que ha hecho el Vaticano. La iglesia Católico Romana ha cambiado la verdad de Dios por una mentira del diablo. Han puesto sus tradiciones sobre la Biblia, y se han dedicado a través de los siglos a enseñar mentiras y doctrinas que no están en la palabra de Dios.

El mismo Jesús dijo que la prueba para saber quien era un verdadero discípulo suyo era si se sometían a Su palabra. ¿Hace esto el Vaticano? La respuesta clara es que no, y por lo tanto no debe considerarse una verdadera iglesia.

Por ejemplo, la Biblia dice que un pecador es justificado sólo por gracia, sólo por medio de la fe, y sólo en Cristo. La iglesia Católico Romana enseña un evangelio falso en donde un pecador es justificado por fe más obras; gracia más mérito; Cristo más la iglesia; por la regeneración bautismal; penitencia; misas; el rosario; indulgencias; María; Purgatorio, etc. Pablo declara a tales anatemas, pues predican un evangelio adulterado, es decir, un evangelio que no fue predicado por los apóstoles de Cristo.

¿Son los Musulmanes Nuestros Hermanos?

¡Jamás! La Biblia enseña que la única manera de conocer al Dios verdadero es a través de Cristo. Es Cristo la imagen misma del Padre. Es Cristo quien nos revela a la deidad.

Los musulmanes rechazan esta verdad bíblica. Ellos niegan la deidad de Cristo, y por lo tanto creen en un falso Cristo. El verdadero Hijo de Dios es aquel que vino del cielo y se encarnó para vivir una vida perfecta, y morir pasados los treinta años crucificado en una cruz siendo castigado por el Padre a causa de cargar los pecados de Su pueblo, para satisfacer la ira de Dios. Este Cristo luego resucitó y ascendió al cielo para sentarse a la diestra del Padre y ejercer su soberanía sobre toda Su creación.

Para los musulmanes Cristo fue tan sólo un hombre, un profeta más de Dios, quien no murió en la cruz, ni resucitó. Este es un falso Cristo, y por lo tanto los musulmanes no pueden ser nuestros hermanos al no estar unidos a nuestra misma fe.

Y lo mismo podríamos decir de los budístas e hindúes.


¿Cuál es Nuestra Misión?

Mi primer mensaje sería dejar estas tonterías ecuménicas y relativistas. Miren a las verdades bíblicas y a los mandamientos de Cristo con respecto a aquellos que no comparten la fe bíblica.

Segundo, es que nuestra misión y orden es predicar el evangelio. Veamos en los musulmanes, católicos, budistas, ateos, etc, a personas que están rebelándose contra Dios y que necesitan escuchar el evangelio de salvación para poder escapar de la ira venidera.

Si no estamos cumpliendo con este mandamiento seremos reprendidos por nuestro Padre. Si tratamos a los incrédulos como personas que serán salvas, sus vidas estarán sobre nuestras cabezas. Prediquemos, entonces, el evangelio de Cristo, que es poder de salvación de Dios.

----Fin del Artículo----

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domingo, 17 de enero de 2010

"No os engañeis" - La santidad en Corinto

Sermón de Sewell Hall en formato mp3.


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sábado, 16 de enero de 2010

Emocionalismo

Tomado de http://www.creced.com/spanish/articulos/adoracion/emocionalismo.html

¡EMOCIONES, SI! ¡EMOCIONALISMO, NO!

¡EMOCIONES, SI!

Algunos de los frutos del Espíritu son "amor, gozo y paz", emociones que llenan el corazón del que conoce a Cristo.
Aunque el cristiano se goza de estas emociones, sabe que la fe no proviene de ellas, sino solamente de la palabra de Dios (Romanos 10:17). Por tanto, aunque se siente feliz en el amor, gozo y paz que Dios le da, su confianza no se basa en ellos sino en la palabra de Dios y en Su misericordia. El "sentirse bien" no es garantía de estar bien con Dios.

¡EMOCIONALISMO, NO!

Nuestro mundo religioso ha sido invadido por el emocionalismo, el concepto que la fe en Dios proviene de las emociones y que por más emoción, más fe hay.

Debido a este concepto, la meta de las reuniones de los emocionalistas no es tanto el aprender de la palabra de Dios, sino el aumentar las emociones con la predicación frenética, los testimonios emotivos y más que nada, la música apasionada. La esperanza es que de las emociones producidas por la música y los testimonios, nazca y crezca la fe. Así, las emociones llegan a ser un fin en si mismo y son procuradas más que cualquier otra cosa, aun la palabra de Dios.

El emocionalismo destruye almas porque desvía al hombre de lo que produce la verdadera fe, la palabra de Dios (Rom. 10:17). A través de él los hombres llegan a confiar en sus sentimientos en vez de la palabra divina (Prov. 16:25).

CONCLUSION

Gocemos de las emociones que provienen de la verdadera fe, pero no nos engañemos a pensar que las emociones son un fin en si mismo. Las emociones deben ser productos naturales de la verdadera fe, y no la base de ella.

--- Fin del Artículo---

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viernes, 15 de enero de 2010

¿Dios aún realiza milagros? ¿Por qué Dios ya no hace milagros como los hizo en la Biblia?

Tomado de http://www.gotquestions.org/Espanol/milagros-Dios.html

Pregunta: "¿Dios aún realiza milagros? ¿Por qué Dios ya no hace milagros como los hizo en la Biblia?"

Respuesta: Cuando Dios realizó poderosos y asombrosos milagros para los israelitas ¿lograron éstos que ellos lo obedecieran? No, los israelitas constantemente desobedecieron y se rebelaron contra Dios aún cuando presenciaron todos esos milagros. La misma gente que vio a Dios abrir las aguas del Mar Rojo, dudó más tarde si Dios sería capaz de llevarlos a conquistar a los habitantes de la Tierra Prometida. Lee la parábola en Lucas 16:19-31. En ella, un hombre en el infierno le pide a Abraham enviar a Lázaro de entre los muertos para advertir a sus hermanos. Abraham le dijo al hombre que, “Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos” (Lucas 16:31).

Jesús realizó incontables milagros, sin embargo, la gran mayoría de la gente no creyó en Él. Si en la actualidad Dios realizara milagros como los que hizo en el pasado, ocurriría el mismo resultado. La gente quedaría asombrada y creería en Dios por un corto tiempo. La fe sería superficial y desaparecería al momento en que algo inesperado o amenazante ocurriera. Una fe basada en milagros no es una fe madura. Dios realizó el milagro más grande de todos los tiempos al venir al mundo en la forma humana de Jesucristo, para morir en la cruz por nuestros pecados (Romanos 5:8), para que pudiéramos ser salvados (Juan 3:16). Dios aún realiza milagros – muchos de ellos simplemente pasan inadvertidos o son negados. Sin embargo, no necesitamos más milagros. Lo que necesitamos es creer en el milagro de la salvación a través de la fe en Jesucristo.

Otro importante concepto para entenderlo es el hecho de que el propósito de los milagros era el autentificar al realizador de esos milagros. Hechos 2:22 declara, “Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis.” Lo mismo es dicho de los apóstoles, “Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros.” (2 Corintios 12:12). Hablando del Evangelio, Hebreos 2:4 proclama, “Testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según Su voluntad.” Nosotros tenemos ahora la verdad de Jesús registrada en la Escritura. Tenemos también los escritos de los apóstoles impresos en la Escritura. Jesús y Sus apóstoles, como está escrito en la Biblia, son la piedra angular y el fundamento de nuestra fe (Efesios 2:20). En este sentido, los milagros ya no son necesarios, porque el mensaje de Jesucristo y Sus apóstoles ya ha sido certificado y detalladamente registrado en las Escrituras. Si, Dios aún hace milagros. Al mismo tiempo, no debemos necesariamente esperar hoy que ocurran milagros como los registrados en la Biblia.

---Fin del Artículo---

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Aclarando el Calvinismo – Parte 2

Tomado de http://evangelio.wordpress.com/2009/01/16/aclarando-el-calvinismo-parte-2/

Parte II: Spurgeon: “Calvinismo Es el Evangelio”

Hay, estos días, bastantes calvinistas nombrados por sí mismo que están en desacuerdo con mi valoración del Arminianismo e insisten que el Arminianismo conlleva una negativa absoluta de ciertas verdades indisputables fundamentales. Aquellos que desean hacer tal argumento invariablemente citarán una declaración famosa por Spurgeon, tomado del capítulo de su autobiografía titulado “Una Defensa del calvinismo” en el cual Spurgeon dijo esto:

Yo tengo mi propia opinión particular que no hay tal cosa como predicar a Cristo y a Él crucificado, a menos que prediquemos lo que hoy en día se llama la doctrina calvinista. El calvinismo no es otra cosa que el Evangelio. No creo que podamos predicar el Evangelio si no predicamos la justificación por la fe, sin obras; ni a menos que prediquemos la soberanía de Dios en Su dispensación de la Gracia; ni a menos que exaltemos el amor que elige y que no se puede cambiar, eterno, inmutable y conquistador de Jehová. Tampoco pienso que podamos predicar el Evangelio a menos que lo basemos sobre la redención especial y particular de Su pueblo escogido y elegido, que Cristo llevó a cabo en la cruz. Tampoco puedo comprender un Evangelio que permite que los santos se aparten de manera definitiva después de haber sido llamados y deja que los hijos de Dios se quemen en los fuegos de la condenación después de haber creído una vez en Jesús. Yo aborrezco un Evangelio así.

Absolutamente estoy de acuerdo con lo que Spurgeon dice allí, en el sentido de lo que él lo quiso decir. Y el contexto de esa declaración explica claramente lo que él quiso decir. Él señalaba que el principio en el corazón de toda verdad indisputable es el mismo principio que conduce el calvinismo: “La salvación es del Señor”. La salvación es obra de Dios; no es algo que hacemos por nosotros mismos. Esa es la verdad que él defendía.

Spurgeon no decía que debamos usar los cinco puntos del calvinismo de la misma manera en que la Cruzada Estudiantil utiliza las “cuatro leyes espirituales”. Él no decía que siempre que ustedes hablen las doctrinas de la elección y la reprobación usted está fielmente predicando el evangelio y todo el consejo de Dios. Desafortunadamente, pienso que eso es lo que una buena cantidad de calvinistas imprudentes piensan que Spurgeon quiso decir cuándo dijo que “el que calvinismo es el evangelio”.

Pero si usted leyera el artículo entero de Spurgeon sobre el calvinismo, él deja muy en claro lo que él quiso decir. De hecho al principio de ese mismísimo párrafo – como su prólogo señala “el calvinismo es el evangelio” – él escribió esto:

“La salvación es de Jehová.” [Jonás 2:9] Eso es precisamente un epítome del calvinismo; es su resumen y sustancia. Si alguien me preguntara qué quiero decir cuando hablo de un calvinista, yo respondería: “es alguien que afirma que la salvación es de Jehová.” No puedo encontrar en la Escritura ninguna otra doctrina fuera de esta. Es la esencia de la Biblia. “Él solamente es mi roca y mi salvación.” Díganme cualquier cosa contraria a esta verdad y será una herejía. Mencionen cualquier herejía y yo encontraré su esencia aquí, que se ha apartado de esta verdad grandiosa, fundamental, sólida como una roca, “Dios es mi roca y mi salvación.”

¿Creyó Spurgeon que el Arminianismo estaba en error? Absolutamente. Así como yo lo creo.

¿Creyó él que era un error condenable? Seguro que no, y él lo dejó en claro, también.

En la cumbre de la Controversia del Declive, algunos de los críticos de Spurgeon lo acusaron de ser dirigido por una agenda calvinista dogmática. No es realmente el modernismo lo que Spurgeon odia, decían. Es cualquier cosa que se aparta de su calvinismo pasado de moda. Toda esta controversia es una campaña furtiva en contra del Arminianismo. Eso es lo que realmente fastidió a Spurgeon. Él piensa que los cristianos modernos no son lo suficientemente Calvinistas.

Spurgeon contestó en The Sword and the Trowel con un párrafo que decía esto:

Ciertos antagonistas han intentado representar la controversia del Declive como un resurgimiento de la antigua contienda entre calvinistas y arminianos. No es nada por el estilo. Muchos son los arminianos evangélicos que están tan seriamente a nuestro favor como el hombre puede ser. No encubrimos nuestro calvinismo en lo más mínimo; pero este conflicto es por verdades que son comunes a todos los creyentes.

Por otra parte, él fue aún más explícito:

Nos importa mucho más las verdades evangélicas centrales que lo que hagamos para el calvinismo como un sistema; pero creemos que el calvinismo tiene en él una fuerza conservadora que ayuda a sujetar a los hombres a la verdad esencial, y por eso sentimos mucho ver a cualquiera abandonándolo el cual una vez lo aceptó.

Así es que él tuvo un hueso para escoger con personas que una vez afirmaron las doctrinas de gracia y ahora habían abandonado el calvinismo a favor de las nuevas ideas que abofeteaban al Socinianismo. Pero él consideró a los arminianos evangélicos como sus hermanos verdaderos y sus soldados asociados – con tal de que afirmasen la doctrina de la justificación por la fe, el principio de sola fide, la autoridad absoluta de la Escritura, el aspecto penal de la expiación de Cristo, y otras verdades esenciales del evangelio.

Hablando de los Arminianos en particular, él dijo:

Aquellos que mantienen las verdades eternas de la salvación, pero no ven todo lo que le creemos y abrazamos, son en ninguna manera objetos de nuestra oposición: nuestra guerra es con hombres que claudican del sacrificio expiatorio, niegan la inspiración de la Santas Escrituras, y calumnian la justificación por la fe. La lucha presente no es un debate sobre la cuestión del Calvinismo o el Arminianismo, sino de la verdad de Dios contra las invenciones de hombres. Todos los que creen en el evangelio deberían unirse en contra del “pensamiento moderno” el cual es su enemigo mortífero.

Así es que Spurgeon no miró a los Arminianos como herejes que merecen el infierno. Él los consideró como hermanos. ¿Pensaba que estaban en un error? ¿Sí? ¿Eran culpables de incongruencia en su teología? Él habría contestado enfáticamente, sí. ¿Fue su error principal importante? Spurgeon no se atrevió referirse a ella como “herejía” – representándola una doctrina poco ortodoxa, heterodoxia y un error serio. Pero él tuvo mucho cuidado en dejar en claro de que él no estimó al Arminianism de por sí como una herejía condenable o una apostasía absoluta del Cristianismo esencial. Virtualmente todos los calvinistas tradicionales del tiempo del Sínodo de Dort hasta ahora estaban de acuerdo con él en cada cosa.

Por ejemplo, Gordon Clark, uno de lo más grandes calvinistas elevados, dijo esto en relación a que si los Arminianos son cristianos auténticos o no lo son:

”Un Arminiano puede ser un cristiano verdaderamente regenerado; de hecho, si él es verdaderamente un Arminiano y no un pelagiano que pasa a pertenecer a una iglesia Arminiana, él debe ser un hombre salvo. Pero él no es por lo general consistente no puede estar seguro de su salvación. Los lugares en los cuales su credo difiere de nuestra Confesión confunden la mente, diluyen el Evangelio, y deterioran su proclamación”.

Lo cual es decir que el Arminianismo es intrínsecamente inconsistente. Los Arminianos técnicamente afirman las verdades fundamentales y esenciales del evangelio. Luego intentan construir una teología encima de eso lo cuál es completamente inconsistente con la base sólida que han afirmado.

Estoy de acuerdo con esa valoración del Arminianismo. Es un intento de reconciliar la soberanía de Dios con la responsabilidad humana – y el método Arminiano de reconciliar esas dos verdades implica una perspectiva del libre albedrío humano que es intrínsecamente inconsistente con ciertas verdades del evangelio que cada Arminiano realmente afirma.

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Saludos y bendiciones,
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