domingo, 24 de enero de 2010

Inclinándose al Idolo de la Unidad

Tomado de http://sujetosalaroca.org/2009/09/01/inclinandose-al-idolo-de-la-unidad/

Inclinándose al Idolo de la Unidad

Esta es la última entrada de una corta serie que ha tenido como tema los ídolos que están siendo adorados en el protestantismo. Y el día de hoy deseo tocar uno de los temas que me producen más tristeza. Y me estoy refiriéndo al mal llamado ecumenismo.

Es verdaderamente triste ver como grupos de llamados creyentes están incitando a la unidad religiosa. ¿Porqué digo que es triste? Porque en cierto sentido los creyentes debemos acercarnos a personas de otras religiones, pero con un fin diferente al que está siendo promulgado hoy en día por muchos de estos grupos.

En Costa Rica, por ejemplo, existen grupos evangélicos que se han dedicado a enseñar la Biblia y se han promocionado como grupos para personas a quienes no les gusta la iglesia. Ellos, luego de ayudar a estas personas a encontrar a Dios, se encargan de dirigir a las personas hacia otras iglesias evangélicas o católicas cercanas al lugar donde vive la persona.

Y esto es algo típico dentro del movimiento evangélico postmodernista/emergente, en donde los líderes han venido enseñando de las supuestas cosas comunes que existen entre las diferentes religiones, incluyendo al cristianismo. Estos falsos maestros han venido enfatizando la mentira de que el catolicismo romano, el cristianismo, el Islam, el budísmo, etc, tienen cosas comunes que nos unen, esto es, el mismo Dios.

Es por eso que el día de hoy quiero discutir dos graves problemas que veo dentro de este movimiento ecuménico.


Definición

La palabra ecumenico/ecumenismo proviene de la palabra griega oikumene que significa “el mundo habitado.” Este movimiento ecuménico, entonces, implica unir en una sola iglesia a todos los cristianos. Esto parece un noble propósito, ¿cierto?

Pero, en el mundo católico romano, el término es utilizado para designar la idea de incluír dentro de la Iglesia de Roma a todas las demás iglesias que dicen ser cristianas, bajo la cabeza del papa.


Problemas

Entre las cosas que vemos en este movimiento es que no sólo se han incluído en esta misión a las iglesias que dicen llamarse cristianas, sino que en la actualidad, se han incluído a otras religiones, entre ellas, el Islam, budísmo, induísmo, etc.

¿Cuál ha sido la excusa? Todas estas religiones a pesar de sus diferencias, tienen algo en común, adoran al mismo Dios de la Biblia. Lo que ha venido siendo enseñado en esta etapa postmodernista, es que debido a que ningún hombre puede llegar a conocer la verdad, y a que esta es relativa, todas las diferentes religiones adoran al mismo Dios, pero que Dios se ha revelado a cada una de ellas de diferente manera.


Es así como en el Concilio Vaticano II se declara a los musulmanes como hermanos por parte del Vaticano. En el catecismo católico punto 841 leemos lo siguiente,

"El designio de la salvación comprende también a los que reconocen al Creador. Entre ellos están, ante todo, los musulmanes que profesan tener la fe de Abraham y adoran con nosotros al Dios único y misericordioso que juzgará a los hombres al fin del mundo."

Para el Vaticano los musulmanes adoran al mismo Dios de la Biblia. El problema con este movimiento es que ha despreciado la búsqueda de la verdad. Se ha propuesto concentrar en unidad a iglesias en el aspecto externo comprometiendo la verdadera doctrina bíblica. Se ha promulgado la tolerancia religiosa desechando la predicación del evangelio.

¿Cómo puede decir Roma que un musulmán adora al Dios de la Biblia? ¿Cómo pueden decir estos grupos evangélicos costarricenses que la iglesia católico romana es una verdadera iglesia de Cristo? Esto es una verdadera falacia. El cristianismo bíblico debe tener claro que la única manera de conocer a Dios de la Biblia es a través de Cristo.

Este movimiento ecuménico ha deteriorado el evangelismo. Con la idea de que las demás religiones fuera del cristianismo tiene algo de la verdad de Dios en ellas, se ha pensado que no hay necesidad de predicarles el evangelio.

¿Qué dice la Biblia?

La enseñanza de Cristo es que la iglesia debe ser una, pero no de cualquier manera, sino que debe ser una en verdad (Juan 8: 31-32; 17: 14-17). Sin esto, la unidad externa es una farsa.

Bíblicamente no puede haber unidad entre los creyentes y el resto del mundo, incluyendo a aquellos que falsamente dicen llamarse cristianos. El apóstol Pablo dice lo siguiente,

"No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo.
2 Corintios 6: 14-16


¿Cuál es la intención de Cristo al ordenar esta separación?

Debe existir una verdadera razón para este mandamiento de Cristo. Lo que vemos es que no hay una sola razón, sino dos.

Primero, como creyentes no debemos tener comunión con las tinieblas. ¿Qué beneficio doctrinal puede obtener un creyente de relacionarse de una manera religiosa con un no creyente? Ninguno. Este es el argumento de Pablo.

Segundo, reconocer que debemos estar separados de los no creyentes nos recuerda el mandamiento de Cristo de predicar el evangelio a todas las naciones (Marcos 16: 15-16). ¿Porqué? Porque sabemos que esta es la única opción que tiene un hombre para ser salvo de la ira de Dios a causa de sus pecados.

El movimiento ecuménico de la actualidad refrena este importante mandamiento de Cristo, ya que crea una falsa impresión de que las demás religiones adoran al mismo Dios de la Biblia y por lo tanto no tienen la necesidad de conocer el evangelio. Estas son cosas que hemos visto no sólo del Vaticano, sino de los que han sido considerados los grandes líderes evangélicos del siglo XX como Billy Graham.


¿Es la Iglesia Católico Romana una Verdadera Iglesia?

La respuesta bíblica a esta pregunta es: ¡No! Me entristece mucho que existan evangélicos que consideren apropiado que una persona asista a una iglesia católica. Y no sólo que asista, sino que peor aún, ellos les recomiendan alguna.

El Vaticano apela a la sucesión papal para promulgar la idea de que es la verdadera iglesia de Cristo. Pero, lo que debe quedar claro es que la sucesión papal a partir de los apóstoles no es garantía de que la verdad y pureza de la enseñanza bíblica esté siendo predicada en ella. ¿No eran los fariseos los sucesores de Moisés y los profetas? ¿No era esto lo que ellos decían con tanto orgullo? Ellos decían ser maestros de la Ley e hijos de Abraham. Pero, ¿cuál era la opinión de Cristo?

Para el Señor los fariseos eran hijos del diablo (Juan 8: 44). Cristo justificó esta declaración a causa de que los fariseos habían distorsionado la verdad revelada por Dios en las Escrituras. Esto mismo es lo que ha hecho el Vaticano. La iglesia Católico Romana ha cambiado la verdad de Dios por una mentira del diablo. Han puesto sus tradiciones sobre la Biblia, y se han dedicado a través de los siglos a enseñar mentiras y doctrinas que no están en la palabra de Dios.

El mismo Jesús dijo que la prueba para saber quien era un verdadero discípulo suyo era si se sometían a Su palabra. ¿Hace esto el Vaticano? La respuesta clara es que no, y por lo tanto no debe considerarse una verdadera iglesia.

Por ejemplo, la Biblia dice que un pecador es justificado sólo por gracia, sólo por medio de la fe, y sólo en Cristo. La iglesia Católico Romana enseña un evangelio falso en donde un pecador es justificado por fe más obras; gracia más mérito; Cristo más la iglesia; por la regeneración bautismal; penitencia; misas; el rosario; indulgencias; María; Purgatorio, etc. Pablo declara a tales anatemas, pues predican un evangelio adulterado, es decir, un evangelio que no fue predicado por los apóstoles de Cristo.

¿Son los Musulmanes Nuestros Hermanos?

¡Jamás! La Biblia enseña que la única manera de conocer al Dios verdadero es a través de Cristo. Es Cristo la imagen misma del Padre. Es Cristo quien nos revela a la deidad.

Los musulmanes rechazan esta verdad bíblica. Ellos niegan la deidad de Cristo, y por lo tanto creen en un falso Cristo. El verdadero Hijo de Dios es aquel que vino del cielo y se encarnó para vivir una vida perfecta, y morir pasados los treinta años crucificado en una cruz siendo castigado por el Padre a causa de cargar los pecados de Su pueblo, para satisfacer la ira de Dios. Este Cristo luego resucitó y ascendió al cielo para sentarse a la diestra del Padre y ejercer su soberanía sobre toda Su creación.

Para los musulmanes Cristo fue tan sólo un hombre, un profeta más de Dios, quien no murió en la cruz, ni resucitó. Este es un falso Cristo, y por lo tanto los musulmanes no pueden ser nuestros hermanos al no estar unidos a nuestra misma fe.

Y lo mismo podríamos decir de los budístas e hindúes.


¿Cuál es Nuestra Misión?

Mi primer mensaje sería dejar estas tonterías ecuménicas y relativistas. Miren a las verdades bíblicas y a los mandamientos de Cristo con respecto a aquellos que no comparten la fe bíblica.

Segundo, es que nuestra misión y orden es predicar el evangelio. Veamos en los musulmanes, católicos, budistas, ateos, etc, a personas que están rebelándose contra Dios y que necesitan escuchar el evangelio de salvación para poder escapar de la ira venidera.

Si no estamos cumpliendo con este mandamiento seremos reprendidos por nuestro Padre. Si tratamos a los incrédulos como personas que serán salvas, sus vidas estarán sobre nuestras cabezas. Prediquemos, entonces, el evangelio de Cristo, que es poder de salvación de Dios.

----Fin del Artículo----

Saludos y bendiciones,
Blog Predica la Palabra

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