viernes, 30 de octubre de 2009

Sermones de David Wilkerson en español

En el siguiente enlace podrás encontrar sermones del pastor David Wilkerson traducidos al español.

http://www.tscpulpitseries.org/spanish.html


Saludos y bendiciones,

Blog Predica la Palabra.

John Wycliffe - traductor de la Biblia

"John Wycliffe es la dramática biografía de la vida del sacerdote y erudito de la Biblia que tradujo por primera vez las Sagradas Escrituras al idioma inglés.

Wycliffe estuvo envuelto en una serie de conflictos políticos y religiosos.

Profesor de la Universidad de Oxford y considerado como uno de los filósofos de más renombre de su época, fue uno de los más fervientes defensores del nacionalismo inglés en contra del papado y campeón de la lucha contra las injusticias que cometieron los ricos contra los pobres.

Sus enseñanzas destacaban que el perdón de Dios no se podía comprar con las indulgencias que promovía el papado. Predicó que la única verdadera autoridad es la Palabra de Dios y que ésta no podía ser entendida a menos que la gente pudiera estudiarla en su lengua nativa.

Esta película recoge magistralmente la vida y las luchas de este gran hombre cuya contribución todavía sigue cosechando frutos."


Damos gracias a Dios por nuestros hermanos reformadores que no tuvieron miedo de predicar Su Palabra.


Saludos y bendiciones,

Blog Predica la Palabra.

martes, 20 de octubre de 2009

Las Aflicciones del Cristiano - 7º Parte

Séptima Parte: El precio de la fe.

Juan 12:9-11

“Gran multitud de los judíos supieron entonces que él estaba allí y vinieron, no solamente por causa de Jesús, sino también para ver a Lázaro, a quien había resucitado de los muertos.
Pero los principales sacerdotes acordaron dar muerte también a Lázaro, porque a causa de él muchos de los judíos se apartaban y creían en Jesús”.

Hay un precio que pagar por esta nueva fe que viene producto de las aflicciones: al dar testimonio a otros, los enemigos de la fe se volverán en contra nuestra.

Leemos en este pasaje que fue puesto un precio sobre la cabeza de Lázaro y tenga por seguro que lo pondrán también sobre la suya. Sin embargo, no hay razón para temer ya que "mayor es el que está con nosotros que el que está en el mundo" (1 Juan 4:4).

Como hemos visto, la vida del cristiano no está exenta de tribulaciones, angustias, persecución, hambre, desnudez, peligros o violencia. Sin embargo, tal como lo hizo el apóstol Pablo, nosotros podemos asegurar lo siguiente:

Romanos 8:35-37
“¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”.

Medite en estas palabras de Jesús:

“¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?”

Si tú eres de Cristo, no importa cuál sea tu condición. No importa si estás pasando por la prueba y tu fe no es lo que debería ser.
Él no te dejará, ni te abandonará.
Él se compadece de ti. Él intercede para que tu fe no muera.
Él esta trabajando en ti. Eres para Dios como el "barro en manos del alfarero".
Él está al control de todo.
No hay nada que temer.

Saludos y bendiciones,
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Las Aflicciones del Cristiano - 6º Parte

Sexta Parte: El nacimiento de una nueva fe.

Juan 11:38-44
“Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima.
Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.
Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?
Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído.
Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado.
Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!
Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle y dejadle ir”.

¡Lázaro ha resucitado!
Todo el sufrimiento se transforma en gozo, en celebración, en alegría. La noticia se esparce rápidamente. Dios es glorificado. El Hijo de Dios es glorificado.
Pero Marta y María han recuperado algo más que su hermano. Tienen ahora una nueva fe en el Hijo de Dios. Han pasado de creer que Jesús sana enfermos a creer que Él puede dar vida al que no la tiene. Ahora creen en lo imposible.

Ahora tienen una plena confianza en que, no importa lo que pueda venir, Jesús nunca llega tarde.

Reflexione acerca del propósito de las aflicciones del cristiano según Romanos 5:3-5

"Y no sólo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado." (NVI)

Continúe leyendo la Séptima Parte de este mensaje.

Saludos y bendiciones,
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Las Aflicciones del Cristiano - 5º Parte

Quinta Parte: El corazón de Dios para con el caído.

Juan 11:28-37
“Habiendo dicho esto, fue y llamó a María su hermana, diciéndole en secreto: El Maestro está aquí y te llama. Ella, cuando lo oyó, se levantó de prisa y vino a él.
Jesús todavía no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había encontrado.
Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí.
María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano.
Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió, y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve.
Jesús lloró.
Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba. Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, haber hecho también que Lázaro no muriera?”

¿Por qué lloro Jesús?

No lo hizo porque Lázaro estuviese muerto, como dijeron los judíos.
En este punto del relato está claramente establecido que Jesús sabía perfectamente que iba a resucitar a Lázaro, que su muerte habría de ser para glorificar a Dios y que en sólo unos instantes más todo el luto se transformaría en asombro y celebración.
Por lo anterior, no tiene sentido pensar que lloraba por la muerte de Lázaro.

Jesús lloró al ver a María llorar.
Me imagino que Jesús vio esas lágrimas y, en su omnisciencia, pudo ver todo el valle de sufrimiento que su amada amiga y discípula María había tenido que atravesar.
Me es de gran consuelo ver esta reacción en el Maestro.
En este versículo tan corto, Jesús nos está diciendo mucho acerca del corazón de Dios para con el caído.
Él se compadece de nosotros; Él llora junto a nosotros aún sabiendo que pronto el llanto se convertirá en alegría; Él no se alegra de nuestro sufrimiento.
Él sabe que es necesario que pasemos por aflicciones; sabe que es necesario que atravesemos desiertos emocionales.
Pero Él es siempre fiel. Siempre está con nosotros. Nos sostiene y sabe que ninguna lágrima que derramen los suyos será en vano.
Él llora con los que lloran.

Bien dice la Palabra de Dios:

Hebreos 4:15-16
“Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado.
Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos”.

Jesús no señala con el dedo. Él no lanza “la primera piedra”.
Jesús sana y restaura.
Él es nuestro Buen Pastor y nosotros sus ovejas.

Continúe leyendo la Sexta Parte de este mensaje.

Saludos y bendiciones,
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Las Aflicciones del Cristiano - 4º Parte

Cuarta Parte: Desilusión y Promesa.

Juan 11:17-27
“Vino, pues, Jesús y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano.
Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa.
Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto.
Más también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.
Jesús le dijo: Tu hermano resucitará.
Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo”.

Finalmente, aparece Jesús en Betania. Marta sale a recibirle en cuanto oyó la noticia y lo primero que hizo fue dejar salir por su boca lo que le estaba llenando el corazón: “Si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto”.

“¡Oh, Señor, si tan sólo hubieses hecho esto o lo otro! ¡Si tan sólo me hubieses dado lo que te pedía! ¡Oh Señor, tú podrías haberme ahorrado tanto sufrimiento! ¡Ahora es demasiado tarde!”

Sin embargo, aún quedaba la convicción en Marta que cuanto Jesús le pidiera al Padre, el Padre se lo daría.
Esto nos muestra otra característica de la caída de la fe: no dudamos de la existencia de Dios, no dudamos de su poder, ni siquiera dudamos de que Dios no pueda ser bueno con otros y concederles sus peticiones. De lo que estamos completamente seguros es que Dios no quiere nada con nosotros.
Ahora Jesús va más allá en su revelación de la obra que está a punto de hacer y le dice claramente a Marta que Lázaro va a resucitar. Esta vez es Marta la que no entiende una palabra de lo que el Señor le dijo. Ante lo cual Jesús la confronta a hacer una declaración de fe:
“Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?”

En otras palabras, Jesús le dice a Marta: “Marta, yo tengo el poder de devolverle la vida a tu hermano, pero… ¿Vas a creer en mí de una vez por todas?”

¿Dónde está María cuando todo esto sucede?

El relato nos cuenta que ella se quedo en casa. No quiso ni siquiera salir a recibir al Señor.
Al menos, Marta salió a pedirle una explicación, pero María ni siquiera eso.
Ella no quiere verlo, está demasiado dolida. Ella había sido la que había escogido “la mejor parte”, la que conocía más íntimamente al Señor y, por lo mismo, la que más esperaba de Él en esta situación.

¿Te has sentido tan abatido alguna vez que ni ganas te dan de buscar al Señor? ¿Cuántas veces has llegado a ese punto en el cual te sientes tan decepcionado por las circunstancias que le dices adiós a Dios?
¿Has tenido la idea de que mientras más buscas al Señor, peor te va en la vida, atraviesas por más pruebas y aflicciones y que, a fin de cuentas, no vale la pena el sacrificio?

En este punto del mensaje, ¿me creerías si te dijera que Dios está pensando glorificarse en tus aflicciones presentes y futuras? ¿Crees que Dios es galardonador de los que le buscan y que tu esfuerzo de buscarle no es en vano?

Continue Leyendo la Quinta Parte de este mensaje.

Saludos y bendiciones,
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Las Aflicciones del Cristiano - 3º Parte

Tercera Parte: Los pensamientos de Dios y los pensamientos del hombre.

Juan 11:7-16
“Luego, después de esto, dijo a los discípulos: Vamos a Judea otra vez. Le dijeron los discípulos: Rabí, ahora procuraban los judíos apedrearte, ¿y otra vez vas allá?
Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él.
Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle.
Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño.
Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto; me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a él.
Dijo entonces Tomás, llamado Dídimo, a sus condiscípulos: Vamos también nosotros, para que muramos con él.”

Es curioso notar que cuando Jesús manifiesta su deseo de volver una vez más a Judea, sus discípulos en ningún momento pensaron que volvía para ocuparse de la situación de su amigo Lázaro.
De hecho, antes de siquiera preguntar por los motivos que Jesús tenía para volver, sus discípulos lo critican por regresar siendo que los judíos querían apedrearlo.
Resulta evidente que, aún teniendo al Maestro en frente de sus ojos durante día y noche, aún siendo los privilegiados de recibir directamente sus enseñanzas y de presenciar la mayor parte de sus milagros, los discípulos ni siquiera sospechaban acerca de lo que Dios estaba planeando. Para ellos era un día como cualquier otro.
Luego Jesús les dice que Lázaro duerme y que va a despertarle. Una vez más sus discípulos no entendieron lo que quería decirles.
Finalmente, Jesús les revela que Lázaro había muerto y que irían a donde estaba él. Los discípulos siguieron sin entender.
Con todos los milagros, con todo lo sobrenatural que habían visto, con todas las enseñanzas, los discípulos aún seguían viendo las cosas desde una perspectiva humana, viendo las cosas desde lo humanamente posible, desde el punto de vista de lo conocido. En la mente de Tomás no cabía la idea de que Jesús no estuviese diciendo que iban a ir a morir con Lázaro.
Jesús les estaba anunciando un acontecimiento grandioso y glorioso, mas sus discípulos no entendían una palabra de lo que les estaba diciendo.
No tan solo no entendieron de lo que hablaba, sino que además lo criticaron…
¿Se ha puesto a pensar de que quizás hoy Dios este haciendo algo nuevo delante de sus ojos y usted no se da cuenta?

¿Hubiésemos nosotros actuado de forma diferente a los discípulos? Probablemente no.
¿Por qué? Porque nuestra mente natural se mueve dentro del ámbito de lo que conocemos, dentro de lo “posible”, dentro de las probabilidades humanas, dentro de lo que conocemos, de lo que hemos visto. Para nosotros, muchas veces ha resultado ser “ver para creer”.

Ya lo dice la Escritura en el libro de Isaías 55 versículos 8 y 9:

“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.

El Salmo 94 versículo 11 declara:

“El Señor conoce los pensamientos humanos y sabe que son absurdos”. (NVI)

¿Cuál debiese ser nuestra actitud hacia lo que Dios hace, sabiendo que nuestra mente y nuestros planes no se comparan con los suyos?

Primero, dejar de “tratar de entender” y luego confiar en que Él sí sabe lo que hace.

Continúe leyendo la Cuarta Parte de este mensaje.

Saludos y bendiciones,
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Las Aflicciones del Cristiano - 2º Parte

Segunda Parte: Cuando llega lo imprevisto.

Juan 11:4-6
“Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba”.

a) La respuesta inesperada.

La primera impresión que imagino que habrán tenido quienes escucharon esas palabras del Maestro fue de confusión.
Por un lado, Jesús afirmaba que la enfermedad de Lázaro no era para muerte, sino que para la gloria de Dios, para que el Hijo fuese glorificado.
Si agregamos a esto el hecho de que Jesús amaba a Marta, María y Lázaro, el próximo movimiento de Jesús parecía ser bastante obvio: iría a Betania a sanar a Lázaro, evitando así su muerte y añadiendo un milagro de sanidad más a su larga lista de demostraciones de gloria y de poder.
Sin embargo, sucede todo lo contrario. Jesús decide que hay que quedarse “dos días más en el lugar donde estaba”.

b) Los otros dos días.

El relato no nos da indicios sobre a qué dedicó Jesús y sus discípulos aquellos dos días, pero podemos imaginar que los vivieron como dos días normales.
Es más, probablemente los discípulos ni siquiera reflexionaron mucho acerca de la situación de Lázaro y entendemos, por lo que viene más adelante, que Jesús tampoco se dedicó a que lo entendieran en ese momento.
Pero, imaginemos lo que ocurría en casa de Lázaro durante aquellos dos días.

Se ve venir a lo lejos a los mensajeros. La expectación crece. Se acerca el momento esperado, se acerca el Señor.
Sin embargo, algo parece andar mal; el Maestro no viene con ellos. Quizás se retrasó un poco, quizás viene a no mucha distancia.
“¿Y donde está Jesús?” – exclama María con un tono de voz agitado producto de la adrenalina. “¿Pudieron encontrarlo?”
“Sí, lo encontramos” responden los mensajeros.
“¿Y qué ha dicho? Viene en camino ¿verdad?” – replica Marta esta vez.
“Cuando le contamos de la situación decidió quedarse donde estaba” – sentencian los mensajeros.

Ahora ya no hay más preguntas de parte de María y Marta. Esta vez la respuesta del Maestro (en realidad, la no-respuesta) las deja perplejas. ¿Será que lo sanará a la distancia?
Sin duda, ellas estaban seguras de que Jesús iba a llegar con los mensajeros a sanar a su amado amigo. Pero su ausencia no hizo decaer la fe de estas mujeres. Y es que Jesús siempre sabe lo que hace, deben haber pensado. Además, Lázaro está enfermo, no muerto. Aún había una luz de esperanza.
Sin embargo, luego de una tensa espera, llega lo inesperado. Lázaro muere.

¿Qué pasa por la mente de sus hermanas ahora?
Ellas tenían una completa seguridad de que Jesús sanaba enfermos. Pero esto era algo distinto. La situación había llegado demasiado lejos. Una cosa era hacer sanidades, pero ahora la muerte se había hecho presente. Ahora no había esperanza.

c) Cuando se cae la fe.

En este punto, no tan sólo ha muerto Lázaro. La fe de sus hermanas se ha ido con él.

¿Por qué nos hizo esto?
¿Qué pasó con tantas reuniones que compartimos?
¿Qué pasó con todo el esfuerzo y tiempo que le dedicamos?
¿Por qué nos hizo esto?
¿Acaso lo ofendimos en algo?
¿Acaso le fuimos infieles?
¿Por qué nos hizo esto?
¿Por qué nos castiga de esta manera?
¿Acaso nos engañó?
¿Por qué nos hizo esto?
¿Acaso nos quería por interés?
¿Acaso ya no le somos útiles o encontró otros amigos mejores?
¿Por qué nos abandonó?

Estas y muchas otras preguntas son las que debieron haber pasado por la mente de María y Marta. Es el dolor de la decepción. La profunda aflicción de quien espera algo con ansias y no lo recibe; de aquel que pone todo su corazón y toda su esperanza y llega a un punto donde parece que todo se ha perdido y que todo ha sido en vano, que no valió la pena.
Y son las mismas preguntas que nosotros mismos nos hacemos cuando las respuestas de Dios parecen no llegar.

¿Te has sentido abandonado por Dios en medio de la aflicción? (Estoy hablando a los cristianos, el resto no puede sentir menos que eso ya que aún son enemigos de Dios hasta que crean en Jesús)
¿Has guardado rencor contra Dios por no actuar de la forma en que tú (siendo cristiano) esperabas?
¿Has pensado que has decepcionado de tal forma a Dios que El no ha tenido más remedio que abandonarte?

Si tu respuesta es sí, al igual que la mía, entonces entiendes lo que la muerte de Lázaro produjo en la mente y el corazón de sus hermanas. Es un doble dolor: por la aflicción del problema y por la decepción producto del actuar de Dios. Es aquí cuando cae la fe.

Continúe leyendo la Tercera Parte de este mensaje.

Saludos y bendiciones,
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Las Aflicciones del Cristiano - 1º Parte

Antes de leer:
No se deben confundir las aflicciones del cristiano con las consecuencias del pecado.
La aflicción a la que nos referimos en este mensaje es la que viene producto de sucesos que ocurren a nuestro alrededor y que nos afectan directamente.
No hablaremos en este mensaje sobre las consecuencias del pecado que, si bien causan aflicción, vienen como consecuencia de seguir nuestras propias concupiscencias.

Primera Parte: La fe basada en el conocimiento íntimo.

Juan 11:1-3
“Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana. (María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume y le enjugó los pies con sus cabellos). Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo”.


a) Descripción de los personajes.

Lázaro

Fue un discípulo y amigo de Jesús que vivía con sus hermanas Marta y María en Betania, una población ubicada a unos 3 km al oriente de Jerusalén (cf. v. 18).
Como no se nos dice que haya tenido esposa y puesto que Marta se presenta como la ama de casa (Lucas 10:38-42) es probable que fuera soltero o viudo.
Los evangelios no señalan detalles acerca de su personalidad, pero podríamos hacernos una imagen de sus cualidades a partir del hecho de que Jesús lo amaba.
Imagino a Lázaro como un hombre de familia, no dado al vicio, responsable de los suyos, protector de sus hermanas.
El hecho de que Jesús estableciera su “centro de operaciones” en la casa de Lázaro cada vez que venía a Jerusalén nos habla de la hospitalidad que seguramente le mostraba, de su fe, de su interés por las cosas de Dios y su deseo de conocer mas íntimamente al Señor.
Además, como veremos más adelante, se dice que muchos de los judíos habían ido a visitar a María y Marta en su momento de aflicción, de lo cual podemos inferir otras cualidades de Lázaro como su generosidad, amabilidad, respeto hacia los demás y, en general, todo aquello que puede producir en las personas una respuesta de ese tipo.
En resumen, perfectamente podemos imaginarnos que Lázaro era un buen hombre.

María y Marta

María y Marta eran las hermanas de Lázaro.
Como nos señala el versículo uno, María es la que unge los pies del Señor en el relato de Lucas 7:36-50 y era sin duda otra discípula y amiga de Jesús muy cercana, muy íntima, muy devota.
En Lucas 10:38-42 se relata la historia de cuando el Señor llegó a su casa, María dejó a su hermana las preocupaciones domésticas para sentarse a los pies del Maestro. Jesús elogió la acción de María cuando Marta reclamó la ayuda de esta. En cambio, reprendió a Marta por estar “afanada y turbada” con muchos quehaceres.
Sin embargo, cabe señalar que fue María la que en un comienzo recibió a Jesús en su casa según Lucas 10:38 lo cual también muestra su interés por el Maestro.

¿Eres tú una persona que ama al Señor y que vive conforme a sus mandamientos? ¿Estás enfocando tu vida para conocerlo más íntimamente? ¿Te puedes identificar con esta familia? ¿Te sientes amado por Jesús?

Si te sientes identificado con esta descripción, si le has entregado tu vida a Cristo y el Espíritu Santo está en ti dándote la seguridad de que eres de Él, entonces este mensaje es para ti, para que conozcas un poco más a este Cristo que te ha dado nueva vida y que ha perdonado todos tus pecados.

Si aún no le rindes tu vida a Cristo (hayas hecho oraciones o no, vengas a los cultos o no, leas la Biblia o no, ores o no); si en tu corazón tú sabes que todavía no eres amigo de Dios, amigo de Cristo; si aún no crees en El, entonces el mensaje de hoy es para mostrarte lo que te estás perdiendo y espero que reflexiones y cambies tu corazón endurecido por un corazón abierto para recibirle como Señor y Salvador de tu vida.

b) Descripción de la situación.

El relato nos señala que Lázaro estaba enfermo.
Si bien no se nos señala la enfermedad, podemos asumir que la enfermedad era lo suficientemente grave como para que María y Marta hubiesen mandado a llamar a Jesús.
Además, debemos tener presente que en aquel entonces no existían los adelantos médicos que tenemos hoy en día. Sin ir tan lejos, hasta hace un siglo atrás las personas todavía morían de gripe.
Para nuestra mejor comprensión de los hechos, resultaría más gráfico si imagináramos que a Lázaro se le detectó un cáncer incurable u otra enfermedad para la cual no existe medicina.
Esto era especialmente preocupante en el caso de Marta y María ya que podemos asumir que su hermano era para ellas una figura de protección, seguridad, autoridad y dirección. De alguna forma, se podría decir que Lázaro era el pilar del cual se sostenía la fortaleza de aquel hogar.

¿Cuál sería el impacto en una familia común y corriente al recibir una noticia como esta? ¿Cuál sería el impacto que una noticia así produciría en tu familia?


c) Una familia especial.

La familia de la cual estamos hablando hoy no era una familia común y corriente. Ellos no sucumbieron ante esta primera etapa de la enfermedad de Lázaro.
Había algo especial en ellos: conocían a Aquel que había convertido el agua en vino, Aquel que había alimentado a los cinco mil con cinco panes y dos peces; el que hacía que los paralíticos anduviesen, el que era capaz de hacer ver al ciego y que tenía autoridad incluso para expulsar demonios de la gente.
Ellos conocían a Jesús, el Señor, el Cristo, el Mesías, aquel que era “Dios con nosotros”. Y no tan sólo lo conocían, sino que eran sus amigos, sus íntimos. Ellos lo amaban y, lo más importante, Él los amaba a ellos profundamente. La paz que provenía de esto era mucho más grande que cualquier aflicción que pudiese resultar de la situación que estaban enfrentando. Al menos, hasta ese momento.


d) Una respuesta de fe.

En esta primera etapa, la situación que nos causa aflicción se muestra hasta un punto en el cual no nos resulta difícil tener fe ya que hemos visto a Dios actuar muchas veces en situaciones similares.
Este es un momento de confianza en medio de la prueba, donde estamos seguros de que Jesús (NUESTRO JESÚS) va a estar ahí para socorrernos, para ser nuestra sanidad, nuestra fortaleza, nuestro amparo.
Aquí es cuando incluso animamos a los que nos rodean a tener fe, que las cosas pueden ser mejores.
Para María y Marta este es el momento en que tienen claro que sanar un enfermo no es nada complicado para Jesús. Este es el momento en el cual tratan de subir la moral del resto de los criados de la casa, del resto de sus amigos, es el momento donde animan a todos diciéndoles: “Calma, Jesús vendrá y todo estará bien”.

¿En qué aflicciones presentes podrías pensar en las cuales haga falta una intervención sobrenatural de parte de Dios? ¿Estás todavía sosteniendo tu fe?

Continúe leyendo la Segunda Parte de este mensaje.

Saludos y bendiciones,
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jueves, 10 de septiembre de 2009

Corre!



Carter Conlon es pastor senior en la Times Square Church. Se unió al equipo pastoral en 1994 por una invitación del pastor fundador, David Wilkerson, y fue apuntado para pastor senior en el año 2001.

Saludos y bendiciones,
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lunes, 24 de agosto de 2009

Culto Racional y Culto Necio

Actualmente vivimos en un entorno donde la vida cristiana gira principalmente en torno a la reunión dominical, los cultos de adoración, servir en la iglesia, pagar los diezmos, las ofrendas y, en general, todo aquello que hacemos “para Dios y su obra”.

Una tendencia que confirma lo anterior es que con bastante frecuencia que aquellos miembros de la congregación que parecen más “activos” (es decir, que participar en un mayor número de actividades dentro de la iglesia) son comúnmente considerados como más “espirituales” y que gozan de un mayor favor de Dios.

También, la participación en cultos y actividades similares es vista como una muestra y prueba absoluta de la
santidad y el compromiso que una persona tiene con Dios y su iglesia.
Si bien, ninguna de las actividades mencionadas anteriormente es mala en sí misma, podemos correr el gran riesgo de pensar que el favor de Dios se encuentra en la práctica religiosa de dichas actividades, sin tomar en cuenta lo que nos dice la experiencia bíblica existente al respecto.

En la reflexión de hoy le quiero mostrar la diferencia existente entre un culto racional, y un culto necio o irracional.

Culto Necio o Irracional

En el capítulo primero del libro de Isaías, versículos 13 y 14, encontramos las palabras de Dios acerca de su sentir acerca del culto de adoración que le rendía su pueblo Israel en aquél entonces:

"No me sigan trayendo vanas ofrendas; el incienso es para mí una abominación. Luna nueva, día de reposo, asambleas convocadas; ¡no soporto que con su adoración me ofendan! Yo aborrezco sus lunas nuevas y festividades; se me han vuelto una carga que estoy cansado de soportar." Isaías 1:13-14

Podemos ver que la respuesta de Dios al culto de su pueblo fue tan rotunda como clara: “se me han vuelto una carga que estoy cansado de soportar”.

¿Cuál era el motivo para que algo supuestamente agradable a Dios se volviera una carga y una abominación?

La respuesta a esta pregunta la encontramos en los versículos 3 y 4 del mismo capítulo:

“El buey conoce a su dueño y el asno el pesebre de su amo; ¡pero Israel no conoce, mi pueblo no entiende! ¡Ay, nación pecadora, pueblo cargado de culpa, generación de malhechores, hijos corruptos! ¡Han abandonado al Señor! ¡Han despreciado al Santo de Israel! ¡Se han vuelto atrás!” Isaías 1:3-4

“Israel no conoce, mi pueblo no entiende”

Dios dice que el pueblo que le rendía culto no lo conocía. Durante toda la historia de Israel (salvo contadas excepciones) el conocimiento acerca de la ley del Señor fue quedando en el olvido progresivamente. La gran mayoría de los reyes de la nación “hicieron lo malo delante de Jehová” y generación tras generación fueron creando malos hábitos y creencias erradas acerca de Él.

El peligro de la ignorancia también está muy presente en estos tiempos. Vivimos inmersos en una cultura eclesiástica cuya tendencia es buscar la experiencia sobrenatural por sobre la enseñanza bíblica. Esto nos ha hecho ignorantes acerca de las grandes verdades que proclama la Escritura acerca del Dios que adoramos. Hemos desechado el conocimiento y nos hemos entregado a cualquier viento de doctrina. Lo que es peor, al no escudriñar las Escrituras nos hemos hecho un “Dios a medida”, el cual se amolda a lo que “yo creo, espero, siento o percibo” acerca de Él.

Es triste que muchos entre nosotros no busquen saber más acerca de Aquél que los amó.

“Nación pecadora”

El pecado dentro del pueblo de Dios generalmente viene como consecuencia de la ignorancia acerca su santidad.
A medida que vamos profundizando en el conocimiento de Dios, El va abriendo nuestros ojos a su característica más notable: El es Santo.

Quizás usted me dirá que Dios posee muchos atributos a parte de su santidad y que no se puede afirmar que una sea más importante que otra, pero déjeme recordarle que delante de Su trono la alabanza de continuo dice “Santo, Santo, Santo es el Señor” (Isaías 6:3, Apocalipsis 4:8)

¿Le dice algo el hecho de que aquellos que están siempre delante de Él adoren todo el tiempo Su santidad?

El pueblo que alaba a Dios y no es consciente de su santidad, es un pueblo inclinado a pensar que Dios es tolerante con el pecado.

Le sucedió al pueblo de Israel en los tiempos de Isaías y de la misma forma hoy he escuchado a más de alguno decir “voy a pecar solo un poco, en su gracia, Él me perdonará”. ¡Qué error más grande! Dios nos libre de tener algún día este tipo de pensamientos. Que las palabras del autor del libro de Hebreos resuenen con más fuerza que nunca en las mentes y corazones de aquellos que pasan por alto la gravedad del pecado:

“Si después de recibir el conocimiento de la verdad pecamos obstinadamente, ya no hay sacrificio por los pecados. Sólo queda una terrible expectativa de juicio, el fuego ardiente que ha de devorar a los enemigos de Dios.” Hebreos 10:26-27

Pidamos a Dios que realice esta obra santificadora en nuestra vida (1º Ts 5:23) y no seamos ignorantes acerca de la importancia que tiene la misma en el proceso de nuestra salvación.
“Busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.” Hebreos 12:14


“Pueblo cargado de culpa”

Este punto es importante.
Quizás alguien que podría argumentar que “quien peca por ignorancia… no tiene culpa”. Sin embargo, este mismo pueblo de Israel (que era ignorante acerca de la santidad del Dios que adoraba) estaba cargado de culpa. Es más, la ignorancia lejos de quitarle la culpa a este pueblo, lo llevo a ser destruido (Oseas 4:6).
“Tropiezas de día y de noche, y los profetas tropiezan contigo; tu madre dejará de existir, pues por falta de conocimiento mi pueblo ha sido destruido. Puesto que rechazaste el conocimiento, yo también te rechazo como mi sacerdote. Ya que te olvidaste de la ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus hijos.” Oseas 4:5-6

Que podamos levantar en este momento la oración del salmista:

“¿Quién está consciente de sus propios errores? ¡Perdóname aquellos de los que no estoy consciente! Libra, además, a tu siervo de pecar a sabiendas; no permitas que tales pecados me dominen. Y de multiplicar mis pecados.” Salmos 19:12-13

Nunca olvidemos que Dios es Santo por sobre todas las cosas y que no puede ser burlado (Gal 6:7).

“Generación de malhechores, hijos corruptos”

En la actualidad nos parecería insensato siquiera criticar alguna congregación que cumpla “sagradamente” con todos sus quehaceres religiosos. Es más, como ya hemos dicho, la participación en las actividades de la iglesia es el termómetro utilizado para medir el compromiso con Dios. Sin embargo, el que el Señor llame a este pueblo “generación de malhechores” nos demuestra que la participación en actividades religiosas, incluso cuando el adorado es el Dios verdadero, no es garantía de nada.

Quiero destacar el hecho de que el adorado era el Dios verdadero. En el versículo 11 del capítulo citado claramente se indica que el pueblo venía a presentarse ante Jehová. No estamos hablando de que Dios aborrece un culto pagano (los cuales, por supuesto también aborrece), sino que es el propio culto del pueblo de Dios el que está en entredicho.

Estimado lector, el problema no estaba en la “forma” de realizar los cultos ni en el Dios que era objeto de la adoración. Es algo mucho más profundo que eso.

Lo que desagradaba tanto a Dios no estaba en las “dos horas de culto”, sino que en el resto del tiempo. Era una generación que no hacía lo recto delante de Dios porque no le conocía, que vivía sin temor de Él, ignorando su demanda de “Sean santos, porque yo soy santo” (1 Pedro 1:16).

El veredicto de Dios es implacable: “¡Han abandonado al Señor! ¡Han despreciado al Santo de Israel! ¡Se han vuelto atrás!”

Voy a resumir el culto necio o irracional de la siguiente forma: es querer rendir culto a un Dios que es Santo, sin vivir en santidad. Esto es abominación a los ojos del Señor.

Culto Racional

Ahora que ya conocemos aquellas situaciones que hacen que un culto a Dios sea necio o irracional nos resultará fácil entender lo que es el culto racional.

Sin extendernos mucho, lo definiremos con las mismas palabras inspiradas del apóstol Pablo en su carta a los romanos:

“Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.” Romanos 12:1-2

El culto racional es llevar una vida en santidad, justicia, misericordia, integridad y rectitud. Ese es su “sacrificio vivo, santo y agradable a Dios”. Esto es lo que Dios espera de usted.

“Lo que pido de ustedes es amor y no sacrificios, conocimiento de Dios y no holocaustos.” Oseas 6:6

Una vieja historia…

Finalmente, quiero recordarle la vieja historia de Caín y Abel. Ambos presentaron ofrenda de Dios, sin embargo, sólo uno de ellos fue aceptado. ¿La razón? Dios le dijo claramente el motivo a Caín:

“Si hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto. Pero si haces lo malo, el pecado te acecha, como una fiera lista para atraparte.” Génesis 4:7

Un llamado al arrepentimiento

Si el Espíritu Santo ha traído convicción a su vida a través de este mensaje, reflexione sobre las misericordiosas pero firmes palabras de Dios llamándolo al arrepentimiento:

“¡Lávense, límpiense! ¡Aparten de mi vista sus obras malvadas! ¡Dejen de hacer el mal! ¡Aprendan a hacer el bien! ¡Busquen la justicia y reprendan al opresor! ¡Aboguen por el huérfano y defiendan a la viuda! Vengan, pongamos las cosas en claro dice el Señor. ¿Son sus pecados como escarlata? ¡Quedarán blancos como la nieve! ¿Son rojos como la púrpura? ¡Quedarán como la lana! ¿Están ustedes dispuestos a obedecer? ¡Comerán lo mejor de la tierra! ¿Se niegan y se rebelan? ¡Serán devorados por la espada! El Señor mismo lo ha dicho.” Isaías 1:16-20

Oro para que su Espíritu nos enseñe a rendir el verdadero culto racional a nuestro Dios.

Saludos y bendiciones,
Blog Predica la Palabra

jueves, 20 de agosto de 2009

La guerra sigue siendo de nuestro Dios

"Los hijos de Rubén y de Gad, y la media tribu de Manasés, hombres valientes, hombres que traían escudo y espada, que entesaban arco, y diestros en la guerra, eran cuarenta y cuatro mil setecientos sesenta que salían a batalla.
Estos tuvieron guerra contra los agarenos, y Jetur, Nafis y Nodab.
Y fueron ayudados contra ellos, y los agarenos y todos los que con ellos estaban se rindieron en sus manos; porque clamaron a Dios en la guerra, y les fue favorable, porque esperaron en él.
Y tomaron sus ganados, cincuenta mil camellos, doscientas cincuenta mil ovejas y dos mil asnos; y cien mil personas. Y cayeron muchos muertos, porque la guerra era de Dios; y habitaron en sus lugares hasta el cautiverio."

1º Cronicas 5:18-22


Una reflexión sencilla acerca de esta historia:

Cuarenta y cuatro mil setecientos sesenta soldados, que además eran hombres valientes, que traían escudo y espada, que eran hábiles en el manejo del arco y además eran diestros en la batalla. Ciertamente las dos tribus y media tenían argumentos suficientes como para confiar en que sus recursos eran suficientes para salir victoriosos de cualquier tipo de dificultad.

Sin embargo, la historia de la batalla contra los agarenos y sus aliados nos muestra el verdadero corazón de este ejército de valientes: "confiaban en Dios, clamaron a Él en medio del combate".

Tenían un gran cantidad de soldados pero no confiaron en eso,
"clamaron a Dios en medio de la batalla y esperaron en Él".
Eran hombres valientes pero
no confiaron en eso, "clamaron a Dios en medio de la batalla y esperaron en Él".
Contaban con las herramientas de guerra necesarias pero no confiaron en eso, "clamaron a Dios en medio de la batalla y esperaron en Él".
Tenían toda la habilidad para manejar sus armas pero no confiaron en eso, "clamaron a Dios en medio de la batalla y esperaron en Él".
Contaban con experiencia en los asuntos de la guerra pero no confiaron en eso, "clamaron a Dios en medio de la batalla y esperaron en Él".

Confiaron su victoria al Señor, clamaron a Él en medio del combate y Dios los ayudó a conseguir la victoria.
Ese día cayeron muchos muertos en el bando enemigo, porque la guerra era de Dios.

¿Estamos confiando en nuestros números?
¿Estamos confiando en nuestra valentía?
¿Estamos confiando en nuestras herramientas?
¿Estamos confiando en nuestra habilidad?
¿Estamos confiando en nuestra experiencia?

Que Dios nos conceda la absoluta dependencia y confianza en Su divino poder para enfrentar nuestras propias batallas. La guerra sigue siendo de nuestro Dios.

Saludos y bendiciones,
Blog Predica la Palabra

martes, 11 de agosto de 2009

ICABOD: el regreso del pecado de Elí.

"Pero por causa de la captura del arca de Dios, y por la muerte de su suegro y de su esposo, le puso al niño el nombre de Icabod, para indicar que la gloria de Israel había sido desterrada." (1 Samuel 4:21)

La enseñanza de hoy va dirigida a padres, lideres, esposos, pastores y, en general, todos aquellos que tienen gente bajo su autoridad y responsabilidad.

Primero, pongámonos en contexto:
Elí fue sumo sacerdote en Israel durante 40 años. (1 Samuel 4:18)
Elí tuvo dos hijos, los cuales oficiaban como sacerdotes: Ofni y Finés. (1 Samuel 1:3)
Ofni y Finés no tenían temor de Dios y cometieron pecados que Dios aborreció profundamente. (1 Samuel 2:12-17, 22)
Elí no refrenó a sus hijos. (1 Samuel 3:13)
El arca de Dios, donde reposaba la presencia de Dios, fue quitada de Israel por parte de los filisteos y los hijos de Elí murieron en batalla. (1 Samuel 4:11)
Dios desechó a Elí y también murió. (1 Samuel 4:18)
La esposa de Finés tuvo un hijo, al cual puso por nombre ICABOD. (1 Samuel 4:19-21)

ICABOD: el regreso del pecado de Elí

Con espanto veo una tendencia letal introduciéndose cada vez mas dentro del corazon de la iglesia: la falta de corrección del pecado.

Muchos pastores que un día fueron legítimamente llamados por Dios hoy no corrigen al pueblo.
Temen más al dios del dinero, el cual les susurra mientras cuentan diezmos y ofrendas: "no podemos permitir que la gente se vaya, necesitamos la lana de la oveja, necesitamos tenerlos contentos, no podemos incomodarlos, son ellos los que nos sostienen".
Estos líderes han abandonado la provision sobrenatural de Dios. Hoy no son mas que "profesionales de la fe", gente que trabaja por un sueldo, pastores asalariados, faltos de amor, faltos de pasión por las almas, amadores del dinero, faltos de entendimiento, faltos de visión, hombres que llevan el rebaño del Señor hacia la destrucción y la ruina.

Sin darse cuenta, están siendo arrastrados a la misma calamidad que enfrentó Elí.
Con su falta de corrección han desterrado la gloria, la presencia de Dios de sus congregaciones.
Ya no hay dirección del Espíritu Santo, ya no hay vidas transformadas, solo quedan esfuerzos humanos por imitar un mover de Dios, todo es emoción, no tiene poder, no tiene fruto, es gloria humana, gloria corruptible, no sirve para nada.

Además, aquellos que se han quedado sin corrección estan corriendo la misma suerte que los hijos de Elí, se están muriendo. Y no es una muerte física, es peor, es una muerte espiritual.

No hay temor de Dios delante de sus ojos, para ellos el pecado es normal. Ese mismo pecado los está matando, está alejando todo vestigio de gloria divina de sus vidas.
Han dicho "soy rico, me he enriquecido y no me hace falta nada" pero no se dan cuenta de que son "infelices y miserables, pobres, ciegos y desnudos".
Tal como ocurre con el malvado "morirán por su falta de disciplina" (Pr 5:23).

Debemos corregir el pecado de aquellos que Dios ha puesto bajo nuestra autoridad. Con amor y paciencia, pero también con firmeza. Con temor de Dios y no de hombres.

Icabod significa "sin gloria".
Icabod, palabra terrible, palabra de juicio.
Icabod, advertencia a la iglesia.

"Más vale ser reprendido con franqueza que ser amado en secreto" (Proverbios 27:5)

Saludos y bendiciones,
Blog Predica la Palabra

domingo, 2 de agosto de 2009

Para los que lloran sin llorar

Este artículo es para todos aquellos hijos de Dios, que han creído en el Señor Jesucristo, que han nacido genuinamente por el Espíritu, que están bajo las promesas de Su Palabra, pero que están atravesando por momentos de aflicción y sienten que su sufrimiento ofende a Dios.
Es para los que creen que tienen que ser fuertes para no decepcionar al Padre, para los que se sienten demasiado débiles como para agradar a Dios.

Este mensaje es para los que lloran sin llorar
, para aquellos cuya alma está abatida, pero creen que no deben mostrar debilidad ante Dios, para estar "a Su altura".

En Mateo 5:4 el Señor Jesucristo dijo:

"Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación".

Si está afligido, llore delante del Señor

Fíjese que no dice "bienaventurados los que no lloran".
Amados, esta bienaventuranza no es para los que no lloran, no es para los fuertes, no es para los autosuficientes, no es para los que creen que tienen el poder de no sufrir, no es para los que cuando van delante del Señor hacen como si todo estuviese bien, no es para los que ven el sufrimiento como pecado.

No hermanos, la bienaventuranza que examinamos hoy no es para los que "no lloran".
Es para los que lloran, para los que derraman su corazón delante de Dios, para los que no esconden su debilidad ante el Todopoderoso, para los que pueden decir como el salmista: "ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy en angustia; se han consumido de tristeza mis ojos, mi alma también y mi cuerpo" (Sal 31:9)

Este mensaje es para usted que llora sin llorar: los que lloran recibirán consolación.
Este mensaje es para usted que cree que su dolor ofende a Dios: los que lloran recibirán consolación.
Este mensaje es para usted que se siente demasiado débil como para agradar al Señor: los que lloran recibirán consolación.

¡Los que lloran recibirán consolación dijo el Señor!

Usted no puede consolarse

No hay poder en su humanidad para consolarse. No existe "poder en su boca" como para "proclamar" que su dolor sea "anulado" ni ninguna cosa parecida. No amado, no se engañe: bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Ellos la recibirán, no la tienen, ni la pueden lograr.

No existe tal cosa como el "poder de la boca", el "proclamar" o el "autoprofetizarse" lo que se le de la gana.

Usted me dirá probablemente... ¿acaso no dice Proverbios 18:21 que "la muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos"?
Por supuesto, y este proverbio nos enseña que el uso sabio de las palabras le ahorrará muchos problemas, pero que el uso necio de ellas será para usted como una trampa mortal (véase Pr 12:13 y 18:7). En ningún caso está diciendo que las palabras del hombre tienen poder milagroso o divino como algunos, en su ignorancia, enseñan.

Pero, ¿acaso las palabras de los profetas no tuvieron poder divino?
Claro que si, porque eran palabras inspiradas por Dios, no palabras nacidas del deseo del corazón de un hombre.

Dios es el que consuela

El no ha dicho "bienaventurados los que lloran, porque tendrán la fuerza suficiente como para dejar de sufrir".
El no ha dicho "bienaventurados los que lloran, porque con su boca proclamarán alegría y el dolor se irá".
El no ha dicho "bienaventurados los que lloran, porque les daré una mentalidad positiva para dejar de sufrir"
.
El no ha dicho "bienaventurados los que lloran, porque podrán autoprofetizarse paz"
El no ha dicho "bienaventurados los que lloran, porque pueden lograr en sus fuerzas salir del pozo"

No mi estimado lector, cuando un hijo de Dios se derrama delante de Su presencia puede confiar solamente en esto: el Espíritu de Dios le dará consuelo. El es el Consolador.


¡Sólo el Espíritu de Dios en usted tiene el poder para consolarlo!

Si usted es de aquellos que han estado "llorando sin llorar", le animo a derribar los muros de la autosuficiencia, a presentarse delante del Señor con honestidad respecto al sentir de su alma, a llorar si es necesario, y esperar pacientemente que El traiga el consuelo anhelado.

Saludos y bendiciones,
Blog Predica la Palabra

miércoles, 22 de julio de 2009

David Wilkerson Hoy

Paso nuevamente este aviso:
Este es el blog del pastor David Wilkerson. Podrás encontrar devocionales diarios.

http://davidwilkersoninspanish.blogspot.com/


"Habéis recibido el espíritu de adopción por el cual clamamos, Abba, Padre"
(Rom. 8:15)

Saludos y bendiciones,
Blog Predica la Palabra

La soberanía de Dios en la salvación

Extracto del capítulo 8 del libro "Avergonzados del evangelio" de John F. MacArthur

SOBERANÍA DIVINA FRENTE A PRAGMATISMO
"¿Qué tiene que ver la soberanía de Dios con el tema de este libro? Todo. La razón misma por la que muchas iglesias contemporáneas se acogen a la metodología pragmática es que carecen de cualquier entendimiento del lugar que ocupa la soberanía de Dios en la salvación de los elegidos. Pierden confianza en el poder de Dios para usar el evangelio predicado para alcanzar a incrédulos endurecidos. Esa es la razón por la que abordan el evangelismo como un problema de mercadeo. Su metodología se define de conformidad con esa suposición.
Hace más de treinta años, J. I. Packer escribió:

'Si olvidamos que es prerrogativa de Dios el dar resultados cuando el evangelio es predicado, vamos a empezar a pensar que es responsabilidad nuestra asegurarlos. Además, si olvidamos que solo Dios puede dar fé, vamos a empezar a creer que el hecho de que alguien se convierta no depende de Dios, sino en últimas de nosotros, y que el factor decisivo es la manera como evangelizamos. Esta línea de pensamiento, si se sigue hasta sus últimas consecuencias, nos desviará por completo del camino.

Vamos a tratar el asunto. Si considerásemos como nuestro trabajo no solo presentar a Cristo sino en efecto producir conversiones, es decir: evangelizar de una manera no solo fiel sino también exitosa, nuestra manera de abordar el evangelismo se volvería pragmática y calculadora. Llegaríamos a la conclusión de que necesitamos una herramienta doble, tanto para el trato personal como para la predicación pública: un entendimiento claro del significado y la aplicación del evangelio, y una técnica irresistible para inducir una respuesta positiva. Por lo tanto, deberíamos ocuparnos en tratar de desarrollar una técnica que produzca esos resultados, y deberíamos evaluar el evangelismo, tanto el nuestro como el de otras personas, conforme a un criterio que no solo considere el mensaje que se predicó sino también los resultados visibles. Si nuestros esfuerzos propios no dan los frutos esperados, debemos concluir que nuestra técnica todavía requiere mejoras. Si estamos dando frutos, debemos concluir que esto justificó la técnica aplicada. En consecuencia, deberíamos considerar el evangelismo como una actividad que involucra una batalla de voluntades entre nosotros y las personas a quienes presentamos el evangelio, una batalla en la cual la victoria depende de que lancemos una descarga pesada y contundente de metodología que sea lo bastante irresistible como para calcular los efectos calculados'

Packer estaba haciendo una advertencia en contra de la misma manera de pensar que ha hecho surgir la iglesia orientada a la satisfacción del consumidor y su filosofía pragmática de mercadeo."


Saludos y bendiciones,
Blog Predica la Palabra

domingo, 28 de junio de 2009

Sublime Gracia

John Newton nació en Londres el año 1725. Su padre fue un capitán. Su madre, una devota mujer que dándose cuenta que la enfermedad que la aquejaba pronto iba a acabar con su vida, enseño a su hijo a conocer la Biblia a muy temprana edad.

Cuando John tenia 7 años, su madre murió y él se convirtió en un niño del camarote de un barco pesquero. Sus experiencias a través de los años en el mar fueron peligrosas y emocionantes, una vez fue embriagado y llevado como parte de tripulación a la fuerza de un Barco de Guerra.
Allí fue cruelmente tratado siendo golpeado y abusado.

Luego de esta experiencia se enroló en un barco de esclavos.
Durante todo este tiempo John vagó lejos del Dios de su madre y de la Biblia. Llegó a ser el capitán del barco, transformandose en uno de los más temibles y despreciables traficantes negreros.

Más tarde escribió "Con frecuencia vi la necesidad de ser un cristiano solo para
escapar del infierno, pero amaba el pecado y no estaba dispuesto a abandonarlo".

Cada año caía más bajo en las garras del pecado y pronto estaba en tal estado que la tripulación lo despreciaba, considerándolo solo un animal.
En una ocasión, el borracho capitán cayo por la borda pero sus hombres no hicieron mucho esfuerzo para rescatarlo. Simplemente tiraron un arpón que se clavó en su cadera y tiraron de la cuerda. Fue levantado como si hubiera sido un pez grande.
Debido a este suceso, John Newton cojeó por el resto de su vida, pero como él diría. " Cada paso es un constante recuerdo de la Gracia de Dios sobre este desventurado pecador".

Cuando hubo tocado fondo en las vilezas, sintió la miseria en su vida y se volvió a la fe que habia olvidado. Entregó su vida a Cristo, y fue su devoción de tal manera grande como grosera habia sido su caida.
Dejó su deleznable ocupación como traficante de esclavos y se entregó al ministerio. Al tiempo llegó a ser un clerigo anglicano.

Ademas de su labor pastoral, Newton, que habia sido un despreciable negrero, realizó una abnegada defensa en contra de la esclavitud.
Su vida fue de inspiración para muchos. Entre ellos se destaca William Wilberforce, un politico ingles que luchó denodadamente a favor de la abolición de la esclavitud en el Imperio Britanico, hecho que se concretó en 1833, merced al trabajo de este hombre.

John Newton tambien escribio himnos y poemas.
Sublime Gracia (Amazing Grace) es en realidad la historia y testimonio de la vida de John Newton.
Fue en 1779, mientras trabajaba en otro himno con William Cowper, autor de "Esta es una fuente llena con Sangre" que él escribió esta gema de himnología usando como su título "Fe, revisión y expectación".-

John Newton, el fiel cristiano anglicano y autor de una de las melodías evangélicas más bellas de la historia descansó con el Señor el 21 de Diciembre de 1807

Gracia asombrosa,
cuan dulce el sonido
¡Que salvó
a un desgraciado como yo!
Estuve perdido,
pero ahora me encontré,
Estaba ciego,
pero ahora puedo ver.

Fue la gracia
que le enseñó
a mi corazón a temer,
y la gracia
mis miedos alivió;
Que precioso
fue esa gracia al aparecer,
¡El momento en que creí
por primera vez!

A través
de muchos peligros,
esfuerzos y enredos,
que ya superé;
Esta gracia
me ha traído seguridad,
Y esta gracia
me dirigirá a casa.

Cuando hayamos estado
allí diez mil años
Resplandeciendo
como el sol
No tendremos menos días
para cantar alabanzas a Dios
Que cuando
recién habíamos empezado

Gracia asombrosa,
cuan dulce el sonido
¡Que salvó
a un desgraciado como yo!
Estuve perdido,
pero ahora me encontré,
Estaba ciego,
pero ahora puedo ver.


Sea usted también testigo de esta Sublime Gracia... entregue hoy su vida a Cristo.

Saludos y bendiciones,
Blog Predica la Palabra

La reseña fue tomada de http://biografas.blogspot.com

viernes, 12 de junio de 2009

El Principe de los Predicadores

"En nuestros días oímos que los hombres sacan un versículo de la Biblia de su contexto y exclaman: '¡Eureka, Eureka!', como si hubieran encontrado una nueva verdad; cuando en realidad no han hallado un diamante genuino sino un pedazo de vidrio roto." C.H. Spurgeon

Charles Haddon (C.H.) Spurgeon (Junio 19, 1834 – Enero 31, 1892) fue un predicador Bautista Reformado británico que hasta el dia de hoy sigue siendo muy influyente entre diferentes denominaciones cristianas, entre las cuales es conocido como el "Príncipe de los Predicadores". Durante su vida, Spurgeon le predicó a cerca de 10.000.000 de personas, a menudo predicando más de 10 veces por semana en diferentes lugares. Sus sermones han sido traducidos a muchos idiomas. Spurgeon fue el pastor de la New Park Street Chapel en Londres durante 38 años.
También fue el autor de varios tipos de trabajo tales como sermones, una autobiografía, un comentario bíblico, libros sobre la oración, un devocional, una revista, y más. Ningún otro autor cristiano o de otro tipo, tiene más material impreso que C.H. Spurgeon.

En los siguientes enlaces podrá encontrar gran parte del material de este predicador.

Biografía
Sermones traducidos al Español
Audio de sermones traducidos al Español

Libros para descargar:
El Tesoro de David
Apuntes de Sermones
Discursos a mis estudiantes
Solamente por Gracia
Según la promesa

Le dejo un extracto del sermón Nº52 titulado "El Libre Albedrío: Un Esclavo"

"Tanto la filosofía como la religión descartan de inmediato la pura idea del libre albedrío; y yo estoy de acuerdo con la rotunda afirmación de Martín Lutero que dice: "Si algún hombre atribuye una parte de la salvación, aunque sea lo más mínimo, al libre albedrío del hombre, no sabe absolutamente nada acerca de la gracia, y no tiene el debido conocimiento de Jesucristo." Puede parecer un concepto duro, pero aquel que cree con plena convicción que el hombre se vuelve a Dios por su propio libre albedrío, no puede haber recibido esa enseñanza de Dios, pues ese es uno de los primeros principios que aprendemos cuando Él comienza a trabajar en nosotros: que no tenemos ni voluntad ni poder, sino que ambos los recibimos de Él; que Él es "el Alfa y la Omega" en la salvación de los hombres."

Descargue el sermón Nº52 completo aquí.
Saludos y bendiciones,
Blog Predica la Palabra

martes, 9 de junio de 2009

La ultima gran apostasía

Sermón predicado por el pastor David Wilkerson
(las letras que aparecen a ratos en el video no corresponden al original)

Parte 1


Parte 2

Parte 3

Parte 4

Saludos y bendiciones,
Blog Predica la Palabra

miércoles, 27 de mayo de 2009

Ni riqueza, ni fama, ni poder

Estamos constantemente siendo bombardeados por sermones, enseñanzas, opiniones y todo tipo de afirmaciones acerca de lo que Cristo espera de su iglesia.
No es necesario hacer una gran investigación para darse cuenta de que las creencias al respecto van de un extremo a otro, se contradicen entre ellas, e incluso dividen nuestras propias congregaciones. Quizás usted, al igual que yo, ha escuchado gente decir cosas tales como: "a esta iglesia le falta un equipo de amplificación mas moderno", "me gustaría ver el poder manifiesto del Espíritu Santo en nuestras reuniones", "esta iglesia debe ayudar más a los pobres", etc.
Por lo mismo, es válido que nos hagamos la siguiente pregunta: ¿Cuáles son los signos que debe presentar una iglesia que agrada al Señor?

Las respuestas pueden ser muy variadas y por lo mismo, no pretendo hacer una especie de listado con las "7 características de una iglesia saludable" o algo por el estilo.
Mi objetivo es analizar a la luz de la Biblia tres de las mas populares hoy en día:
La iglesia debe tener riquezas materiales.
La iglesia debe tener buena fama.
La iglesia debe estar llena del poder y la manifestación del Espíritu Santo.

En la escritura encontramos ejemplos de iglesias que presentaban dichas características. Del mismo modo, encontramos ejemplos de iglesias que no las presentaban.

Laodicea: la Iglesia de la prosperidad económica

Esta es aquella que dice: "Soy rico; me he enriquecido y no me hace falta nada" (Apocalípsis 3:17). Este tipo de iglesias tienen grandes templos, modernos sistemas de amplificación, muchas propiedades, y gran cantidad de recursos financieros.
El peligro radica en creer que ese tipo de cosas son muestras del favor de Dios. Si se cae en este error, el pueblo inevitablemente se descarriará convencido de que cuenta con la total aprobación del Rey de Reyes y Señor de Señores.

Jesús responde a la Iglesia de Laodicea:
"Conozco tus obras; sé que no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras lo uno o lo otro!. Por tanto, como no eres ni frío ni caliente, sino tibio, estoy por vomitarte de mi boca." (Apocalipsis 3:15-16)
"no te das cuenta de que el infeliz y miserable, el pobre, ciego y desnudo eres tú.
Por eso te aconsejo que de mí compres oro refinado por el fuego, para que te hagas rico; ropas blancas para que te vistas y cubras tu vergonzosa desnudez; y colirio para que te lo pongas en los ojos y recobres la vista." (Apocalipsis 3:17-18)

Note que el problema no radica en el hecho de tener riquezas (aunque Jesús expresamente nos llama a no buscarlas en Lucas 12:15-21), sino que en que este tipo de iglesias creen ser algo, y no lo son. Creen vivir el verdadero evangelio de Jesucristo, pero son un triste desfile de inmoralidades, vanidades, falsas doctrinas, y una apostasía en aumento. Confiados en su creencia de que su prosperidad material es la prueba de la aprobación de Dios, se olvidan rapidamente de Aquel que dijo: "Sed santos, porque yo soy santo".

Corinto: la iglesia de los dones y las manifestaciones del Espíritu Santo

Esta es aquella de la cual el apóstol Pablo dice:
"Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo." (1 Corintios 1:4-7)

Como vemos, Corinto había sido bendecida con toda clase de riqueza de palabras, ciencia y dones espirituales. Sin embargo, eran inmaduros espiritualmente, estaban divididos, en sus cultos reinaba el desorden y presentaban casos graves de inmoralidad sexual, entre otros.

El mensaje de Pablo a esta iglesia fue:
"Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy". (1 Corintios 13:1-2)

Si bien las manifestaciones y los dones del Espíritu son bendiciones de Dios, como verá, tampoco implican necesariamente que una iglesia esta caminando como agrada al Señor.

Esmirna y Filadelfia: ni riqueza, ni fama, ni poder

En libro de Apocalipsis, capítulos 2 y 3, se nos relata la visión que tuvo Juan mientras estaba desterrado en la isla de Patmos, y en la cual Jesús ya glorificado le envía un mensaje a las siete iglesias que estaban en Asia:

"Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea." (Apocalípsis 1:11)

De estas siete iglesias, cinco fueron reprendidas por el Señor. Efeso había dejado su primer amor, Pérgamo permitía entre sus congregantes a individuos que retenían falsas doctrinas, Tiatira toleraba que Jezabel enseñara falsas profecías y volviese al pueblo a los ídolos, Sardis no tenía sus obras perfectas delante de Dios y, como ya vimos, Laodicea era una iglesia desventurada, miserable, pobre, ciega y desnuda.

Sin embargo quiero resaltar las características de las únicas dos iglesias que no fueron reprendidas por Jesús: Esmirna y Filadelfia.

En el versículo 9 de Apocalípsis 2, vemos que la iglesia de Esmirna era pobre, estaba en tribulación, y no gozaba de "popularidad" ya que era "blasfemada de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás".
Sin embargo Jesús le dice: "para mi, tu eres rica".

"Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás.
No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida." (Apocalípsis 2:9-10)

Esta iglesia era pobre, atribulada, perseguida, blasfemada, pero fiel a Jesús en todo tiempo.

En el caso de Filadelfia, en el versículo 8 del capítulo 2, Jesús dice "Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre".
Note que esta iglesia tenía poca "fuerza". La palabra griega utilizada aquí es "dunamis", que significa poder, habilidad, fuerza. Es exactamente la misma palabra que Jesús utiliza en Hechos 1:8 cuando dice "pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo".
Es decir, la iglesia de Filadelfia tenía poco poder.
Con todo, Jesús le dice:

"Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona." (Apocalípsis 3:8-11)

Esta iglesia tiene poco poder, pero obedece los mandamientos del Señor y no niega su nombre.

Note que Cristo no rechaza ninguna de estas iglesias, sino que las llama a volver a El.
Usted puede ser la iglesia que no tiene riquezas, no tiene fama, ni tiene un gran poder... pero Dios le ama y le anima a seguir caminando y siendo fiel.
O quizás, usted puede ser la iglesia que ha tenido ambición de riqueza, fama y poder, pero Dios le llama a volver a El como lo hace un Padre amoroso.
Ni riquezas, ni fama, ni poder... Mas bien guardar los mandamientos del Señor y serle fiel en todo tiempo. El es SIEMPRE Fiel. El es suficiente. A Él sea la Gloria y la Honra, por los siglos de los siglos. Amén.


Saludos y bendiciones,
Blog Predica la Palabra

martes, 26 de mayo de 2009

¿Cuál es tu fuente de revelación?

Todos dentro de la iglesia tenemos una idea acerca de cómo es Dios, de sus pensamientos, de su modo de actuar, de lo que aprueba, de lo que aborrece, etc.
A la hora de pensar o hablar acerca de Dios necesariamente estamos haciendo uso de algún tipo de fuente de revelación divina.
Lo inquietante es que muchas veces nuestros argumentos acerca de Dios están basados en "fuentes de revelación" que no son la Biblia.
A continuación examinaré tres de estas "fuentes alternativas" y daré un veredicto acerca de cada una de ellas.

Fuente Nº1: Su propio corazón

Descripción:
Esta es la fuente de revelación más común que he encontrado en la gente. Principalmente este tipo de argumento es presentado por inconversos, pero lamentablemente más y más individuos que se consideran cristianos hacen uso de frases tales como "yo siento que Dios es asi", "yo no creo que Dios se enoje por esto", etc.

Juicio:
Si Dios fuese lo que cada uno piensa o siente acerca de El, entonces existiría una infinidad de dioses, lo cual no tiene sentido. Ahora, si usted piensa que existe un solo Dios que se amolda a lo que cada uno piensa de El, entonces usted afirma que Dios podría tener características como asesino, violador, depravado, homosexual, pedófilo, y otros, ya que esto es lo que mucha gente piensa que Dios aprueba. Simplemente, no tiene sentido.

Veredicto: esta fuente de revelación es falsa. Le dictará lo que usted quiere que Dios sea, no lo que Dios en realidad es.

Fuente Nº2: Cualquier hombre que hace señales milagrosas o que profetiza en el nombre del Señor

Descripción:
Este tipo de fuente de revelación la he encontrado mayormente dentro de la iglesia, aunque también es aplicable a inconversos.
Se trata principalmente de la idea de que si una persona demuestra señales milagrosas, quiere decir que es un enviado de Dios, y por consiguiente todo lo que dice debe ser aceptado como revelación divina. Del mismo modo, si una persona habla en el nombre de Dios, e incluso es capaz de saber ciertas cosas (supuestamente por revelación divina), también es muestra de que Dios está hablando a través de él.

Juicio:
Me parece que todos estamos de acuerdo en que estamos viviendo los últimos tiempos. Incluso entre los inconversos existe una conciencia de que el fin está cerca (solo piense en lo que ocurrió el año 2000, o lo que ahora se dice del 2012).
Pues bien, en la Biblia Dios predijo hace mas de 2.000 años que en los últimos tiempos "surgirán falsos Cristos y falsos profetas que harán grandes señales y milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos" (Mateo 24:24).
Lo anterior nos deja sólo una conclusión posible.

Veredicto: esta fuente de revelación es insegura y peligrosa. Usted puede confiarse de las señales, profecías y adivinaciones y estar tragándose la más grande de las herejías.

Fuente Nº3: Predicadores, pastores o cantantes cristianos exitosos.

Descripción:
Este tipo de fuente de revelación divina es cada día más popular dentro del pueblo evangélico. En esencia, se trata de aceptar como verdadero todo lo que ciertos predicadores, pastores o cantantes cristianos exitosos dicen acerca de Dios. El motivo es que en la mayoría de los casos se trata de predicadores que reunen a miles en sus eventos evangelísticos, pastores que tienen mega-iglesias, o cantantes cristianos que son famosos, ganan grammys, etc. Esto es visto como una muestra del favor de Dios hacia estos individuos y, por ende, se acepta como verdadero todo lo que predican.

Juicio:
Los últimos tiempos (en los cuales estamos viviendo) se caracterizarán porque "la gente estará llena de egoísmo y avaricia; serán jactanciosos, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, insensibles, implacables, calumniadores, libertinos, despiadados, enemigos de todo lo bueno, traicioneros, impetuosos, vanidosos y más amigos del placer que de Dios" (2 Timoteo 3:2-4).
Además este tipo de personas "no van a tolerar la sana doctrina, sino que, llevados de sus propios deseos, se rodearán de maestros que les digan las novelerías que quieren oír." (2 Timoteo 4:3)
Ahora bien, los actuales mensajes de estos "siervos" de Dios exitosos (ej: Joel Osteen, Cash Luna, Benny Hinn, Marcos Witt y Rick Warren, entre otros) son siempre dirigidos a tocar alguna de las grandes ambiciones del corazón humano: deseo de poder (al cual Hinn llama "unción"), ansias de riquezas (Dios te quiere millonario, doctrina de la prosperidad), y el deseo de vivir sin ley ("sé tu mismo, a Dios le agrada", psicología "cristiana").
Tal cual Dios lo había anunciado, quienes enseñan tales cosas, llenan estadios, llenan templos, ganan premios, son populares, venden millones de libros, y gozan de un aparente favor de Dios.
"¡Ay de ustedes cuando todos los elogien! Dense cuenta de que los antepasados de esta gente trataron así a los falsos profetas." (Lucas 6:26)
Así, debe usted entender, que en tiempos de apostasía,
las mayorías no son confiables.

Veredicto: esta fuente de revelación es insegura y peligrosa. Usted puede confiarse de las apariencias, seguir a la mayoría y estar tragándose la más grande de las herejías.

Si usted se ha sentido identificado con uno o más de los casos anteriormente mencionadas, le pido encarecidamente: VUELVA A LA BIBLIA. La Palabra de Dios se mantiene siempre, y nunca falla.

Saludos y bendiciones,
Blog "Predica la Palabra"