lunes, 25 de mayo de 2009

¿Quién quiere ser sabio?

Eclesiastés 1
12 Yo, el Maestro, reiné en Jerusalén sobre Israel.
13 Y me dediqué de lleno a explorar e investigar con sabiduría todo cuanto se hace bajo el cielo. ¡Penosa tarea ha impuesto Dios al *género humano para abrumarlo con ella!
14 Y he observado todo cuanto se hace en esta vida, y todo ello es absurdo, ¡es correr tras el viento!
15 Ni se puede enderezar lo torcido, ni se puede contar lo que falta.
16 Me puse a reflexionar: «Aquí me tienen, engrandecido y con más sabiduría que todos mis antecesores en Jerusalén, y habiendo experimentado abundante sabiduría y conocimiento.
17 Me he dedicado de lleno a la comprensión de la sabiduría, y hasta conozco la *necedad y la insensatez. ¡Pero aun esto es querer alcanzar el viento!
18 Francamente,
»mientras más sabiduría, más problemas;
mientras más se sabe, más se sufre.»

Me pregunto
... ¿por qué la sabiduría acarrea problemas y sufrimientos?
Quizas los versículos 14 y 15 tienen la respuesta: el sabio ve lo absurdo, lo torcido y lo que falta... y muchas veces no se puede hacer nada al respecto.

Reflexione...
¿Se considera cada día mas sabio? ¿Es capaz de ver lo absurdo, lo torcido, lo faltante, la necedad y la insensatez? ¿Sufre por ello?
¿Que piensa del dicho popular: "ojos que no ven...corazón que no siente"?

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