domingo, 31 de enero de 2010

¿Son realmente protestantes y evangélicos todos los "protestantes" y "evangélicos" de hoy?

Tomado de http://todopensamientocautivo.blogspot.com/2009/07/son-realmente-protestantes-y.html

Por Sugel Michelén

La palabra “protestante” comenzó a usarse para designar a los partidarios de la Reforma del siglo XVI a raíz de la protesta que un grupo de príncipes alemanes presentaron por escrito en la segunda Dieta de Spira, en 1529.

Tres años antes se había resuelto que cada estado se responsabilizara ante Dios, no ante el Emperador, de la religión de sus súbditos y que no se debía poner impedimento a la predicación de la Palabra de Dios.

Pero en la Dieta del 1529 el representante del Emperador anunció que esa ordenanza quedaba revocada y que debía reinstaurarse el antiguo sistema de gobierno eclesiástico con el catolicismo romano a la cabeza. Los príncipes, indignados, entregaron un documento en el que aparecía repetidas veces la palabra “protestamos”, de donde se derivó el apelativo “protestantes”.

Este movimiento reformador del siglo XVI no fue el inicio de una nueva religión, sino la manifestación del deseo de muchos en la Edad Media tardía de que la iglesia fuera restaurada y renovada conforme al patrón bíblico. Por eso el movimiento se mantuvo apegado a las grandes declaraciones de fe del cristianismo histórico.

Descansando en la enseñanza del Nuevo Testamento los reformadores proclamaban que la salvación es un regalo de la sola gracia de Dios y del cual somos hechos partícipes únicamente por medio de la fe en nuestro Señor Jesucristo. De igual modo proclamaban que la Biblia, como revelación inspirada de Dios, es nuestra única regla segura e infalible de fe y práctica.

Andando el tiempo, el término “protestante” comenzó a usarse indiscriminadamente para designar a todos los grupos disidentes de Roma, aún aquellos que no se adhieren a los principios bíblicos sostenidos por la Reforma.

Algo similar ocurrió con el término “evangélico”. Hasta hace un poco más de cien años “evangélico” era aquel que había abrazado de corazón el evangelio de Cristo descansando únicamente en la Biblia como su autoridad doctrinal y práctica. Hoy día son tantos y tan variados los grupos religiosos designados popularmente con estos términos que su significado real se ha perdido casi por completo.

Basta con mirar algunos de los programas televisados que llevan la etiqueta de “cristiano” para darse cuenta que muchos de ellos están presentando un mensaje totalmente diferente del que los verdaderos protestantes y evangélicos predicaban en el pasado. Confieso que me siento indignado y muy avergonzado con mucho de lo que se presenta como cristianismo en los diversos medios de comunicación disponibles hoy día (aunque es justo decir que hay honrosas excepciones).

No tenemos temor de las clasificaciones, siempre que se usen adecuadamente. De lo contrario crearemos mucha confusión y cometeremos graves errores de juicio.

--- Fin del Artículo ---

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La Psicología: ¿Un Nuevo Caballo de Troya en la Iglesia?

Tomado de http://todopensamientocautivo.blogspot.com/search/label/Psicología

Parte 1




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viernes, 29 de enero de 2010

El Movimiento Apostolico Y Profético: ¿Mito o Realidad?

Tomado de http://dialogopastoral.com/?p=849

Mucha confusion esta generando en el dia de hoy la interpretacion de Efesios 4:11 que dice :” Y el mismo constituyo a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros evangelistas; a otros, pastores y maestros”

La confusion radica en que muchos se preguntan si en verdad existen en el dia de hoy Apostoles y Profetas, es alrededor de esos dos ministerios que surge la confusion, porque no es cuestionado el ministerio de Evangelista Pastor, y Maestro.

En el dia de hoy se han levantado grupos y personas que se hacen llamar apostoles y profetas, los cuales reclaman ser las “cabezas o autoridad apostolica” de la iglesia en general en determinada ciudad o region, se proclama que dichas iglesias unidas bajo la “autoridad apostolica” supuestamente estarian llamadas a derribar toda barrera denominacional para venir a estar bajo la autoridad de los “Apostoles Y Profetas”.

Hoy en nuestra ciudad de Houston la confusion es tal que la iglesia esta dividida ante este asunto. Es por ello que Debido a la trascendencia del tema y a la popularidad de nuestro programa radial, muchas personas constantemente me preguntan sobre el topico, por lo tanto he creido necesario poner algunas cosas que a mi parecer son relevantes con respecto al tema, poniendolo en perspectiva con algunas cosas que al respecto se han publicado.

Entendiendo El Problema

Leyendo hace poco un articulo titulado “New Prophets to Head the Church by Let Us Reason ministries ” (Los nuevos Profetas que lidearan la iglesia), el autor relata algo que a mi parecer es sorprendente, el dice que en el año 2,000 mientras miraba en una de las cadenas cristianas de television una entrevista con uno de los mas conotados lideres de este movimiento de apostoles y profetas modernos (Peter Wagner) le escucho decir:

“Creo que el gobierno de la iglesia finalmente ha llegado al lugar que las escrituras afirman en Efesios 2 donde habla del fundamento de la iglesia que son los apostoles y profetas, previo a la década de los 80s y 90s estos fueron practicamente ignorados pero ahora por haberlo reconocido es la mayor razon por la cual estamos entrando en un nuevo nivel de oracion, de guerra espiritual, de sanidad, milagros y liberacion. Esta es una nueva era, yo no se si es coincidencial a medida que entramos en un nuevo milenio”(enfasis añadido)

Al nosotros observar dicha afirmacion, en ella se da implica que la iglesia estuvo estancada hasta los años 80s y 90s, como si estuviese esperando esperando el descubrimiento y lanzamiento del ministerio apostolico y profetico. La realidad es que en estos 20 siglos que tiene la iglesia de existencia, Dios en su soberania y su plan eterno siempre ha obrado su voluntad y nada se le ha salido de la mano. Durante todos estos siglos hubo periodos de oscuridad pero tambien tiempo de gran luz, tiempo de evangelizacion, conversion y avivamientos por doquier. Jesus dijo “Establecere mi Iglesia y las puertas del hades no prevaleceran contra ella”

Continúa...

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domingo, 24 de enero de 2010

Inclinándose al Idolo de la Unidad

Tomado de http://sujetosalaroca.org/2009/09/01/inclinandose-al-idolo-de-la-unidad/

Inclinándose al Idolo de la Unidad

Esta es la última entrada de una corta serie que ha tenido como tema los ídolos que están siendo adorados en el protestantismo. Y el día de hoy deseo tocar uno de los temas que me producen más tristeza. Y me estoy refiriéndo al mal llamado ecumenismo.

Es verdaderamente triste ver como grupos de llamados creyentes están incitando a la unidad religiosa. ¿Porqué digo que es triste? Porque en cierto sentido los creyentes debemos acercarnos a personas de otras religiones, pero con un fin diferente al que está siendo promulgado hoy en día por muchos de estos grupos.

En Costa Rica, por ejemplo, existen grupos evangélicos que se han dedicado a enseñar la Biblia y se han promocionado como grupos para personas a quienes no les gusta la iglesia. Ellos, luego de ayudar a estas personas a encontrar a Dios, se encargan de dirigir a las personas hacia otras iglesias evangélicas o católicas cercanas al lugar donde vive la persona.

Y esto es algo típico dentro del movimiento evangélico postmodernista/emergente, en donde los líderes han venido enseñando de las supuestas cosas comunes que existen entre las diferentes religiones, incluyendo al cristianismo. Estos falsos maestros han venido enfatizando la mentira de que el catolicismo romano, el cristianismo, el Islam, el budísmo, etc, tienen cosas comunes que nos unen, esto es, el mismo Dios.

Es por eso que el día de hoy quiero discutir dos graves problemas que veo dentro de este movimiento ecuménico.


Definición

La palabra ecumenico/ecumenismo proviene de la palabra griega oikumene que significa “el mundo habitado.” Este movimiento ecuménico, entonces, implica unir en una sola iglesia a todos los cristianos. Esto parece un noble propósito, ¿cierto?

Pero, en el mundo católico romano, el término es utilizado para designar la idea de incluír dentro de la Iglesia de Roma a todas las demás iglesias que dicen ser cristianas, bajo la cabeza del papa.


Problemas

Entre las cosas que vemos en este movimiento es que no sólo se han incluído en esta misión a las iglesias que dicen llamarse cristianas, sino que en la actualidad, se han incluído a otras religiones, entre ellas, el Islam, budísmo, induísmo, etc.

¿Cuál ha sido la excusa? Todas estas religiones a pesar de sus diferencias, tienen algo en común, adoran al mismo Dios de la Biblia. Lo que ha venido siendo enseñado en esta etapa postmodernista, es que debido a que ningún hombre puede llegar a conocer la verdad, y a que esta es relativa, todas las diferentes religiones adoran al mismo Dios, pero que Dios se ha revelado a cada una de ellas de diferente manera.


Es así como en el Concilio Vaticano II se declara a los musulmanes como hermanos por parte del Vaticano. En el catecismo católico punto 841 leemos lo siguiente,

"El designio de la salvación comprende también a los que reconocen al Creador. Entre ellos están, ante todo, los musulmanes que profesan tener la fe de Abraham y adoran con nosotros al Dios único y misericordioso que juzgará a los hombres al fin del mundo."

Para el Vaticano los musulmanes adoran al mismo Dios de la Biblia. El problema con este movimiento es que ha despreciado la búsqueda de la verdad. Se ha propuesto concentrar en unidad a iglesias en el aspecto externo comprometiendo la verdadera doctrina bíblica. Se ha promulgado la tolerancia religiosa desechando la predicación del evangelio.

¿Cómo puede decir Roma que un musulmán adora al Dios de la Biblia? ¿Cómo pueden decir estos grupos evangélicos costarricenses que la iglesia católico romana es una verdadera iglesia de Cristo? Esto es una verdadera falacia. El cristianismo bíblico debe tener claro que la única manera de conocer a Dios de la Biblia es a través de Cristo.

Este movimiento ecuménico ha deteriorado el evangelismo. Con la idea de que las demás religiones fuera del cristianismo tiene algo de la verdad de Dios en ellas, se ha pensado que no hay necesidad de predicarles el evangelio.

¿Qué dice la Biblia?

La enseñanza de Cristo es que la iglesia debe ser una, pero no de cualquier manera, sino que debe ser una en verdad (Juan 8: 31-32; 17: 14-17). Sin esto, la unidad externa es una farsa.

Bíblicamente no puede haber unidad entre los creyentes y el resto del mundo, incluyendo a aquellos que falsamente dicen llamarse cristianos. El apóstol Pablo dice lo siguiente,

"No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo.
2 Corintios 6: 14-16


¿Cuál es la intención de Cristo al ordenar esta separación?

Debe existir una verdadera razón para este mandamiento de Cristo. Lo que vemos es que no hay una sola razón, sino dos.

Primero, como creyentes no debemos tener comunión con las tinieblas. ¿Qué beneficio doctrinal puede obtener un creyente de relacionarse de una manera religiosa con un no creyente? Ninguno. Este es el argumento de Pablo.

Segundo, reconocer que debemos estar separados de los no creyentes nos recuerda el mandamiento de Cristo de predicar el evangelio a todas las naciones (Marcos 16: 15-16). ¿Porqué? Porque sabemos que esta es la única opción que tiene un hombre para ser salvo de la ira de Dios a causa de sus pecados.

El movimiento ecuménico de la actualidad refrena este importante mandamiento de Cristo, ya que crea una falsa impresión de que las demás religiones adoran al mismo Dios de la Biblia y por lo tanto no tienen la necesidad de conocer el evangelio. Estas son cosas que hemos visto no sólo del Vaticano, sino de los que han sido considerados los grandes líderes evangélicos del siglo XX como Billy Graham.


¿Es la Iglesia Católico Romana una Verdadera Iglesia?

La respuesta bíblica a esta pregunta es: ¡No! Me entristece mucho que existan evangélicos que consideren apropiado que una persona asista a una iglesia católica. Y no sólo que asista, sino que peor aún, ellos les recomiendan alguna.

El Vaticano apela a la sucesión papal para promulgar la idea de que es la verdadera iglesia de Cristo. Pero, lo que debe quedar claro es que la sucesión papal a partir de los apóstoles no es garantía de que la verdad y pureza de la enseñanza bíblica esté siendo predicada en ella. ¿No eran los fariseos los sucesores de Moisés y los profetas? ¿No era esto lo que ellos decían con tanto orgullo? Ellos decían ser maestros de la Ley e hijos de Abraham. Pero, ¿cuál era la opinión de Cristo?

Para el Señor los fariseos eran hijos del diablo (Juan 8: 44). Cristo justificó esta declaración a causa de que los fariseos habían distorsionado la verdad revelada por Dios en las Escrituras. Esto mismo es lo que ha hecho el Vaticano. La iglesia Católico Romana ha cambiado la verdad de Dios por una mentira del diablo. Han puesto sus tradiciones sobre la Biblia, y se han dedicado a través de los siglos a enseñar mentiras y doctrinas que no están en la palabra de Dios.

El mismo Jesús dijo que la prueba para saber quien era un verdadero discípulo suyo era si se sometían a Su palabra. ¿Hace esto el Vaticano? La respuesta clara es que no, y por lo tanto no debe considerarse una verdadera iglesia.

Por ejemplo, la Biblia dice que un pecador es justificado sólo por gracia, sólo por medio de la fe, y sólo en Cristo. La iglesia Católico Romana enseña un evangelio falso en donde un pecador es justificado por fe más obras; gracia más mérito; Cristo más la iglesia; por la regeneración bautismal; penitencia; misas; el rosario; indulgencias; María; Purgatorio, etc. Pablo declara a tales anatemas, pues predican un evangelio adulterado, es decir, un evangelio que no fue predicado por los apóstoles de Cristo.

¿Son los Musulmanes Nuestros Hermanos?

¡Jamás! La Biblia enseña que la única manera de conocer al Dios verdadero es a través de Cristo. Es Cristo la imagen misma del Padre. Es Cristo quien nos revela a la deidad.

Los musulmanes rechazan esta verdad bíblica. Ellos niegan la deidad de Cristo, y por lo tanto creen en un falso Cristo. El verdadero Hijo de Dios es aquel que vino del cielo y se encarnó para vivir una vida perfecta, y morir pasados los treinta años crucificado en una cruz siendo castigado por el Padre a causa de cargar los pecados de Su pueblo, para satisfacer la ira de Dios. Este Cristo luego resucitó y ascendió al cielo para sentarse a la diestra del Padre y ejercer su soberanía sobre toda Su creación.

Para los musulmanes Cristo fue tan sólo un hombre, un profeta más de Dios, quien no murió en la cruz, ni resucitó. Este es un falso Cristo, y por lo tanto los musulmanes no pueden ser nuestros hermanos al no estar unidos a nuestra misma fe.

Y lo mismo podríamos decir de los budístas e hindúes.


¿Cuál es Nuestra Misión?

Mi primer mensaje sería dejar estas tonterías ecuménicas y relativistas. Miren a las verdades bíblicas y a los mandamientos de Cristo con respecto a aquellos que no comparten la fe bíblica.

Segundo, es que nuestra misión y orden es predicar el evangelio. Veamos en los musulmanes, católicos, budistas, ateos, etc, a personas que están rebelándose contra Dios y que necesitan escuchar el evangelio de salvación para poder escapar de la ira venidera.

Si no estamos cumpliendo con este mandamiento seremos reprendidos por nuestro Padre. Si tratamos a los incrédulos como personas que serán salvas, sus vidas estarán sobre nuestras cabezas. Prediquemos, entonces, el evangelio de Cristo, que es poder de salvación de Dios.

----Fin del Artículo----

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domingo, 17 de enero de 2010

"No os engañeis" - La santidad en Corinto

Sermón de Sewell Hall en formato mp3.


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sábado, 16 de enero de 2010

Emocionalismo

Tomado de http://www.creced.com/spanish/articulos/adoracion/emocionalismo.html

¡EMOCIONES, SI! ¡EMOCIONALISMO, NO!

¡EMOCIONES, SI!

Algunos de los frutos del Espíritu son "amor, gozo y paz", emociones que llenan el corazón del que conoce a Cristo.
Aunque el cristiano se goza de estas emociones, sabe que la fe no proviene de ellas, sino solamente de la palabra de Dios (Romanos 10:17). Por tanto, aunque se siente feliz en el amor, gozo y paz que Dios le da, su confianza no se basa en ellos sino en la palabra de Dios y en Su misericordia. El "sentirse bien" no es garantía de estar bien con Dios.

¡EMOCIONALISMO, NO!

Nuestro mundo religioso ha sido invadido por el emocionalismo, el concepto que la fe en Dios proviene de las emociones y que por más emoción, más fe hay.

Debido a este concepto, la meta de las reuniones de los emocionalistas no es tanto el aprender de la palabra de Dios, sino el aumentar las emociones con la predicación frenética, los testimonios emotivos y más que nada, la música apasionada. La esperanza es que de las emociones producidas por la música y los testimonios, nazca y crezca la fe. Así, las emociones llegan a ser un fin en si mismo y son procuradas más que cualquier otra cosa, aun la palabra de Dios.

El emocionalismo destruye almas porque desvía al hombre de lo que produce la verdadera fe, la palabra de Dios (Rom. 10:17). A través de él los hombres llegan a confiar en sus sentimientos en vez de la palabra divina (Prov. 16:25).

CONCLUSION

Gocemos de las emociones que provienen de la verdadera fe, pero no nos engañemos a pensar que las emociones son un fin en si mismo. Las emociones deben ser productos naturales de la verdadera fe, y no la base de ella.

--- Fin del Artículo---

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viernes, 15 de enero de 2010

¿Dios aún realiza milagros? ¿Por qué Dios ya no hace milagros como los hizo en la Biblia?

Tomado de http://www.gotquestions.org/Espanol/milagros-Dios.html

Pregunta: "¿Dios aún realiza milagros? ¿Por qué Dios ya no hace milagros como los hizo en la Biblia?"

Respuesta: Cuando Dios realizó poderosos y asombrosos milagros para los israelitas ¿lograron éstos que ellos lo obedecieran? No, los israelitas constantemente desobedecieron y se rebelaron contra Dios aún cuando presenciaron todos esos milagros. La misma gente que vio a Dios abrir las aguas del Mar Rojo, dudó más tarde si Dios sería capaz de llevarlos a conquistar a los habitantes de la Tierra Prometida. Lee la parábola en Lucas 16:19-31. En ella, un hombre en el infierno le pide a Abraham enviar a Lázaro de entre los muertos para advertir a sus hermanos. Abraham le dijo al hombre que, “Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos” (Lucas 16:31).

Jesús realizó incontables milagros, sin embargo, la gran mayoría de la gente no creyó en Él. Si en la actualidad Dios realizara milagros como los que hizo en el pasado, ocurriría el mismo resultado. La gente quedaría asombrada y creería en Dios por un corto tiempo. La fe sería superficial y desaparecería al momento en que algo inesperado o amenazante ocurriera. Una fe basada en milagros no es una fe madura. Dios realizó el milagro más grande de todos los tiempos al venir al mundo en la forma humana de Jesucristo, para morir en la cruz por nuestros pecados (Romanos 5:8), para que pudiéramos ser salvados (Juan 3:16). Dios aún realiza milagros – muchos de ellos simplemente pasan inadvertidos o son negados. Sin embargo, no necesitamos más milagros. Lo que necesitamos es creer en el milagro de la salvación a través de la fe en Jesucristo.

Otro importante concepto para entenderlo es el hecho de que el propósito de los milagros era el autentificar al realizador de esos milagros. Hechos 2:22 declara, “Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis.” Lo mismo es dicho de los apóstoles, “Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros.” (2 Corintios 12:12). Hablando del Evangelio, Hebreos 2:4 proclama, “Testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según Su voluntad.” Nosotros tenemos ahora la verdad de Jesús registrada en la Escritura. Tenemos también los escritos de los apóstoles impresos en la Escritura. Jesús y Sus apóstoles, como está escrito en la Biblia, son la piedra angular y el fundamento de nuestra fe (Efesios 2:20). En este sentido, los milagros ya no son necesarios, porque el mensaje de Jesucristo y Sus apóstoles ya ha sido certificado y detalladamente registrado en las Escrituras. Si, Dios aún hace milagros. Al mismo tiempo, no debemos necesariamente esperar hoy que ocurran milagros como los registrados en la Biblia.

---Fin del Artículo---

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Aclarando el Calvinismo – Parte 2

Tomado de http://evangelio.wordpress.com/2009/01/16/aclarando-el-calvinismo-parte-2/

Parte II: Spurgeon: “Calvinismo Es el Evangelio”

Hay, estos días, bastantes calvinistas nombrados por sí mismo que están en desacuerdo con mi valoración del Arminianismo e insisten que el Arminianismo conlleva una negativa absoluta de ciertas verdades indisputables fundamentales. Aquellos que desean hacer tal argumento invariablemente citarán una declaración famosa por Spurgeon, tomado del capítulo de su autobiografía titulado “Una Defensa del calvinismo” en el cual Spurgeon dijo esto:

Yo tengo mi propia opinión particular que no hay tal cosa como predicar a Cristo y a Él crucificado, a menos que prediquemos lo que hoy en día se llama la doctrina calvinista. El calvinismo no es otra cosa que el Evangelio. No creo que podamos predicar el Evangelio si no predicamos la justificación por la fe, sin obras; ni a menos que prediquemos la soberanía de Dios en Su dispensación de la Gracia; ni a menos que exaltemos el amor que elige y que no se puede cambiar, eterno, inmutable y conquistador de Jehová. Tampoco pienso que podamos predicar el Evangelio a menos que lo basemos sobre la redención especial y particular de Su pueblo escogido y elegido, que Cristo llevó a cabo en la cruz. Tampoco puedo comprender un Evangelio que permite que los santos se aparten de manera definitiva después de haber sido llamados y deja que los hijos de Dios se quemen en los fuegos de la condenación después de haber creído una vez en Jesús. Yo aborrezco un Evangelio así.

Absolutamente estoy de acuerdo con lo que Spurgeon dice allí, en el sentido de lo que él lo quiso decir. Y el contexto de esa declaración explica claramente lo que él quiso decir. Él señalaba que el principio en el corazón de toda verdad indisputable es el mismo principio que conduce el calvinismo: “La salvación es del Señor”. La salvación es obra de Dios; no es algo que hacemos por nosotros mismos. Esa es la verdad que él defendía.

Spurgeon no decía que debamos usar los cinco puntos del calvinismo de la misma manera en que la Cruzada Estudiantil utiliza las “cuatro leyes espirituales”. Él no decía que siempre que ustedes hablen las doctrinas de la elección y la reprobación usted está fielmente predicando el evangelio y todo el consejo de Dios. Desafortunadamente, pienso que eso es lo que una buena cantidad de calvinistas imprudentes piensan que Spurgeon quiso decir cuándo dijo que “el que calvinismo es el evangelio”.

Pero si usted leyera el artículo entero de Spurgeon sobre el calvinismo, él deja muy en claro lo que él quiso decir. De hecho al principio de ese mismísimo párrafo – como su prólogo señala “el calvinismo es el evangelio” – él escribió esto:

“La salvación es de Jehová.” [Jonás 2:9] Eso es precisamente un epítome del calvinismo; es su resumen y sustancia. Si alguien me preguntara qué quiero decir cuando hablo de un calvinista, yo respondería: “es alguien que afirma que la salvación es de Jehová.” No puedo encontrar en la Escritura ninguna otra doctrina fuera de esta. Es la esencia de la Biblia. “Él solamente es mi roca y mi salvación.” Díganme cualquier cosa contraria a esta verdad y será una herejía. Mencionen cualquier herejía y yo encontraré su esencia aquí, que se ha apartado de esta verdad grandiosa, fundamental, sólida como una roca, “Dios es mi roca y mi salvación.”

¿Creyó Spurgeon que el Arminianismo estaba en error? Absolutamente. Así como yo lo creo.

¿Creyó él que era un error condenable? Seguro que no, y él lo dejó en claro, también.

En la cumbre de la Controversia del Declive, algunos de los críticos de Spurgeon lo acusaron de ser dirigido por una agenda calvinista dogmática. No es realmente el modernismo lo que Spurgeon odia, decían. Es cualquier cosa que se aparta de su calvinismo pasado de moda. Toda esta controversia es una campaña furtiva en contra del Arminianismo. Eso es lo que realmente fastidió a Spurgeon. Él piensa que los cristianos modernos no son lo suficientemente Calvinistas.

Spurgeon contestó en The Sword and the Trowel con un párrafo que decía esto:

Ciertos antagonistas han intentado representar la controversia del Declive como un resurgimiento de la antigua contienda entre calvinistas y arminianos. No es nada por el estilo. Muchos son los arminianos evangélicos que están tan seriamente a nuestro favor como el hombre puede ser. No encubrimos nuestro calvinismo en lo más mínimo; pero este conflicto es por verdades que son comunes a todos los creyentes.

Por otra parte, él fue aún más explícito:

Nos importa mucho más las verdades evangélicas centrales que lo que hagamos para el calvinismo como un sistema; pero creemos que el calvinismo tiene en él una fuerza conservadora que ayuda a sujetar a los hombres a la verdad esencial, y por eso sentimos mucho ver a cualquiera abandonándolo el cual una vez lo aceptó.

Así es que él tuvo un hueso para escoger con personas que una vez afirmaron las doctrinas de gracia y ahora habían abandonado el calvinismo a favor de las nuevas ideas que abofeteaban al Socinianismo. Pero él consideró a los arminianos evangélicos como sus hermanos verdaderos y sus soldados asociados – con tal de que afirmasen la doctrina de la justificación por la fe, el principio de sola fide, la autoridad absoluta de la Escritura, el aspecto penal de la expiación de Cristo, y otras verdades esenciales del evangelio.

Hablando de los Arminianos en particular, él dijo:

Aquellos que mantienen las verdades eternas de la salvación, pero no ven todo lo que le creemos y abrazamos, son en ninguna manera objetos de nuestra oposición: nuestra guerra es con hombres que claudican del sacrificio expiatorio, niegan la inspiración de la Santas Escrituras, y calumnian la justificación por la fe. La lucha presente no es un debate sobre la cuestión del Calvinismo o el Arminianismo, sino de la verdad de Dios contra las invenciones de hombres. Todos los que creen en el evangelio deberían unirse en contra del “pensamiento moderno” el cual es su enemigo mortífero.

Así es que Spurgeon no miró a los Arminianos como herejes que merecen el infierno. Él los consideró como hermanos. ¿Pensaba que estaban en un error? ¿Sí? ¿Eran culpables de incongruencia en su teología? Él habría contestado enfáticamente, sí. ¿Fue su error principal importante? Spurgeon no se atrevió referirse a ella como “herejía” – representándola una doctrina poco ortodoxa, heterodoxia y un error serio. Pero él tuvo mucho cuidado en dejar en claro de que él no estimó al Arminianism de por sí como una herejía condenable o una apostasía absoluta del Cristianismo esencial. Virtualmente todos los calvinistas tradicionales del tiempo del Sínodo de Dort hasta ahora estaban de acuerdo con él en cada cosa.

Por ejemplo, Gordon Clark, uno de lo más grandes calvinistas elevados, dijo esto en relación a que si los Arminianos son cristianos auténticos o no lo son:

”Un Arminiano puede ser un cristiano verdaderamente regenerado; de hecho, si él es verdaderamente un Arminiano y no un pelagiano que pasa a pertenecer a una iglesia Arminiana, él debe ser un hombre salvo. Pero él no es por lo general consistente no puede estar seguro de su salvación. Los lugares en los cuales su credo difiere de nuestra Confesión confunden la mente, diluyen el Evangelio, y deterioran su proclamación”.

Lo cual es decir que el Arminianismo es intrínsecamente inconsistente. Los Arminianos técnicamente afirman las verdades fundamentales y esenciales del evangelio. Luego intentan construir una teología encima de eso lo cuál es completamente inconsistente con la base sólida que han afirmado.

Estoy de acuerdo con esa valoración del Arminianismo. Es un intento de reconciliar la soberanía de Dios con la responsabilidad humana – y el método Arminiano de reconciliar esas dos verdades implica una perspectiva del libre albedrío humano que es intrínsecamente inconsistente con ciertas verdades del evangelio que cada Arminiano realmente afirma.

---Fin del articulo---

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Aclarando el Calvinismo (Parte I)

Tomado de http://evangelio.wordpress.com/2009/01/15/aclarando-el-calvinismo-parte-i/

Parte I: ¿Es el Arminianismo Una Herejía Condenable?

Amo las doctrinas de la gracia y no huyo de la etiqueta “calvinista”. Creo en la soberanía de Dios. Estoy convencido de que la Escritura enseña que Dios es completamente soberano no sólo en la salvación (efectivamente llamando y concediendo fe para aquellos que El escoge); sino que también en cada detalle de la obra de Providencia. “Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó” (Romanos 8:30). Y El hace que “todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” (Romanos 8:28). Simplemente, El “hace todas las cosas según el designio de su voluntad” (Efesios 1:11).

Eso es lo que quieren decir las personas comúnmente cuando hablan de “calvinismo”. Cuando acepto esa etiqueta, no juro lealtad al hombre Juan Calvino. No afirmo todo lo que él enseñó, y no condena todo lo que él condenó. Estoy convencido que Calvino fue un hombre piadoso y uno de los exponentes bíblicos y mentes teológicas más finas que han existido, pero él no tuvo siempre la razón. De hecho, mis convicciones son bautistas, así es que de ninguna manera soy uno de los seguidores devotos de Calvino. En otras palabras, cuando acepto la etiqueta “calvinista,” es sólo para bien de conveniencia. No digo ¨”yo soy de Calvino” en el sentido de Corintio.

Además, yo no soy uno de los que llevan el calvinismo como con un chip grande en su hombro, retando a las personas a pelearse conmigo acerca de él. Es cierto que puedo ponerme enérgico acerca de ciertos puntos de doctrina – especialmente cuando alguien ataca un principio que va al corazón del evangelio, como la expiación sustitutoria, o el pecado original, o la justificación por la fe y el principio de la justicia imputada. Cuando uno de esos principios es desafiado, estoy listo para pelear. (Y también tengo interés en dar una paliza cualquier cosa que suceda como la última moda pasajera evangélica.)

Pero el calvinismo no es uno de esos asuntos donde pierdo la calma y me molesta. Discutiré con usted, pero si usted anda ansioso de una pelea es probable que me encuentre difícil de provocar. Pasé muchos años como un Arminiano mismo pretendiendo que la verdad en estos asuntos es fácil y obvia.

Ahora, no se haga de una idea equivocada. Yo pienso que la verdad de la soberanía de Dios es evidente y finalmente ineludible en la Escritura. Pero es una verdad difícil de enfrentarse, así es que soy compasivo con aquellos que luchan contra eso. Soy lo suficientemente Calvinista para creer que Dios ha decretado (al menos por lo pronto) que algunos de mis hermanos deban sostener opiniones Arminianas.

Con el paso de los años probablemente he escrito al menos dos veces así como mucho material intentando bajar el tono de hiper-calvinistas enojados así como discutir con Arminianos. Eso no es porque pienso que el hiper-calvinismo sea un error más serio que el Arminianismo. De hecho, diría que los dos errores son sorprendentemente similares. Pero no oigo muy muchas voces de precaución que se planteen en contra de los peligros del hiper-calvinismo , y ya hay grandes cantidades de calvinistas allí afuera desafiando a los Arminianos, así es que he intentado expresarme públicamente lo más posible en contra de las tendencias de los hipers.

Es por eso que soy probablemente todo un militante menos que lo que usted podría esperar en lo que se refiere a atacar los errores del Arminianismo. Además, he llegado mucho más lejos respondiendo objeciones Arminianas con enseñanza paciente e instrucción bíblica imparcial y razonable – en lugar de discusiones enfadadas y anatemas instantáneas.

¿Por qué no tomar un acercamiento más pasivo, indulgente, fraternal, para todos los desacuerdos teológicos? Porque creo firmemente que hay algunos errores teológicos que se merecen una firme y decidida anatema. Ese es el punto de Pablo en Gálatas 1:8-9; y es el mismo punto que el apóstol Juan hace en 2 Juan, versículos 7-11. Cuando alguien enseña un error que fatalmente corrompe la verdad del evangelio, “sea anatema”.

Pero déjeme ser claro aquí: El simple Arminianismo no entra en esa categoría. No es justo ponerle una etiqueta de herejía flagrante al Arminianismo, como algunos de mis hermanos calvinistas más celosos parecen propensos a hacer. Hablo del Arminianismo histórico, evangélico, de las variedades clásicas y metodistas – El arminianismo, no pelagianismo, o teísmo manifiesto, o no importa qué herejía haya inventado Clark Pinnock en esta semana – sino el Arminianismo evangélico verdadero. El arminianismo está ciertamente equivocado; y argumentaría que es inconsistente consigo mismo. Pero en mi opinión, la variedad del Arminianismo común y corriente no está tan fatalmente equivocado que necesitamos consignar a nuestros hermanos Arminianos a las llamas eternas o aun automáticamente negarles compañerismo en a ellos de nuestros pastores.

Si usted piensa que comienzo a sonar como a un apologista para el Arminianismo, no lo estoy definitivamente. Yo pienso que el Arminianismo es un error profundo. Sus tendencias pueden ser verdaderamente siniestras, y cuando es permitido sembrarse, eso conduce a las personas a una herejía flagrante. Pero lo que estoy diciendo es que el mero Arminianismo mismo no es una herejía condenable. Es simplemente excesivamente inconsistente con las principales doctrinas del evangelio que los Arminianos mismos creen y afirman.

Pero mientras estoy sonando como un defensor del Arminianismo, permítame también decir esto: Quedan muchísimos calvinistas ignorantes e inconsistentes allí afuera, también. Con el aumento del Internet es más fácil que nunca para los laicos autodidactas de involucrarse en un diálogo teológico y debatir a través de foros de la Internet. Pienso que eso es en su mayor parte bueno, y lo promuevo. Pero la Internet lo hace más fácil para las personas dispuestas pero ignorantes para agruparse y reforzar la ignorancia del uno al otro incesantemente. Y temo que eso ocurre bastante.

Los hiper-calvinistas parecen especialmente susceptibles a esa tendencia, y hay nidos de ellos aquí y allí – especialmente en la Internet. Y cada vez más frecuentemente en estos días encuentro a las personas, quienes han sido influenciados por el extremismo en la Internet, importunando ideas hiper-calvinistas e insistiendo en que si alguien es un Arminiano, esa persona no es realmente cristiana en absoluto. Comparan al Arminianismo con pura salvación por obras. Sugieren que el Arminianismo implícitamente niega la expiación. O insisten en que el Dios adorado por los Arminianos es un Dios completamente diferente del Dios de la Escritura.

Eso realmente es retórica al tope – completamente innecesaria – y arraigada en la ignorancia histórica. Un par de años atrás, cuando inicié a mi weblog, mencioné esa tendencia en la primera entrada que coloqué y que titulé: “Calvinismo Rápido y Sucio”. Al final de esa entrada, dije esto: Mi consejo para los jóvenes calvinistas es aprender teología de los autores calvinistas tradicionales históricos, no de blogs y ni de los foros de debate en la Internet. Algunos de los foros pueden ser de ayuda porque conducen a recursos más importantes. Pero si usted piensa acerca de la Internet como un substituto para el seminario, usted corre un riesgo muy alto de desequilibrarse.

Sin embargo, lea a autores calvinistas tradicionales, y usted tendrá problema en encontrar a solo uno que estimó al Arminianismo por sí sola como una herejía condenable. Hay una razón para eso: Es porque mientras que el Arminianismo es desconcertante e inconsistente, no es necesaria y detestablemente erróneo. La mayoría de los mismos Arminianos – y aún estoy hablando de las variedades clásicas y wesleyanas, no pelagianismo haciéndose pasar por Arminianismo – la mayoría de los Arminianos mismos enfáticamente afirman la verdad del evangelio que está de hecho arraigada en presuposiciones Calvinísticas.


Saludos y bendiciones,
Blog Predica la Palabra

sábado, 2 de enero de 2010

Listado de Libros para descargar

Hace algún tiempo encontré el siguiente listado de libros cristianos para descargar. Incluye autores como John Pipper, John Owen, M. Lloyd-Jones, J.I. Packer, entre otros.


Y como siempre, a "examinarlo todo y retener lo bueno".

Saludos y Bendiciones,
Blog Predica la Palabra

El que cambia los tiempos

"El que cambia los tiempos" (en inglés Time Changer) es una excelente película cristiana que trata sobre los peligros de predicar un mensaje moralista separado de la autoridad del nombre de Jesús.

No necesita descargar la película, puede ver la película online a continuación:



Saludos y Bendiciones,
Blog Predica la Palabra

Paciencia con los Ignorantes

Sermón Nº1407 predicado por Charles Spurgeon basado en Hebreos 5:2


Saludos y bendiciones,
Blog Predica la Palabra